El Gobierno de Alemania, a través del vocero Steffen Seibert, salió a condenar los saludos nazis que se pudieron ver durante la conferencia anual del National Policy Institute acompañados de la consigna “Hail Trump! Hail our people! Hail victory!”. Este evento del movimiento alt-right, identificados como supremacistas blancos y antisemitas, causó escozor más allá de las fronteras estadounidenses.
El vocero alemán dijo que cada vez que ven videos de cualquier parte del mundo con gente que alza la mano haciendo el saludo a Adolf Hitler sienten repugnancia. Aun así el funcionario afirmó que él y el pueblo alemán tienen “una gran fe” en que la sociedad civil, la prensa y los políticos estadounidenses sabrán contrarrestar estos “sucesos tan terribles”, señala la agencia The Associated Press.
Los integrantes del movimiento alt-right (derecha alternativa), han irrumpido recientemente en la escena pública de la política estadounidense. Según los expertos no tiene una estructura formal y su ideología se emparenta con la extrema derecha tradicional y creen fervientemente en la teoría de la supremacía blanca, además de oponerse al libre comercio y la globalización.
En su reunión con el diario The New York Times, el presidente electo fue cuestionado sobre este grupo que habla de propuestas como “limpieza racial pacífica”. Donald Trump respondió al respecto: “No quiero darle fuerza a ese grupo, repudio a ese grupo”. El diario recalcó que el presidente electo se ha caracterizado por no ser enfático al reprobar a las diferentes agrupaciones de fanáticos y supremacistas blancos.
¿En qué países está prohibido este gesto?
El saludo nazi es un sinónimo de fascismo y está prohibido en algunos países. Realizar esa señal en ciertas naciones es considerado como un gesto infame que puede ser castigado con cárcel. En Alemania y Austria se aprobaron leyes contra este y otros símbolos del nazismo poco después de que la Segunda Guerra Mundial finalizara. Hacer el terrible saludo en estos países puede resultar en seis meses de prisión.
Por ejemplo, en 2011 un turista canadiense fue arrestado después de ser fotografiado haciendo el polémico saludo nazi afuera del edificio del parlamento alemán en Berlín. El sujeto de 30 años fue dejado en libertad después de estar varias horas bajo la custodia de la policía y pagar una multa, de acuerdo con The Independent. El saludo también está prohibido en Eslovaquia y República Checa.
En estos países la pena por realizarlo puede alcanzar hasta los cinco años de cárcel, aunque el proceso para condenar es más engorroso: se debe de poder demostrar que la persona que realizó el saludo lo hizo con la intención de promover una ideología extremista. En 2014 se realizó una reforma en Eslovaquia para imputar a cualquiera que haga el saludo, salvo que, ahora, en lugar de cumplir una sentencia en prisión se impone una multa.
En Suiza y Suecia hacer el gesto también tiene repercusiones al ser considerado un crimen de odio… auuunque la Corte Suprema suiza consideró que hacer el saludo nazi no rompe la ley antirracismo del país si es que la persona que realiza la seña sólo estaba expresando sus convicciones. Aun así, hacer el saludo para promover ideologías racistas en otros todavía es una ofensa criminal. Ahí se suelen imponer multas en lugar de cumplir tiempo en prisión.