¿Se imaginan un sistema político donde exista una igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres? Aunque parezca una utopía, esto está sucediendo en Finlandia, donde el gobierno está integrado por 12 ministras —de 19 cargos posibles. Todas feministas, de izquierda y defensoras de los derechos humanos.
Una de ellas ocupa el cargo más importante en el gobierno finlandés. Se trata de Sanna Marin, una millennial de 34 años de edad que logró ser la primera ministra más joven en el mundo. Junto con Sanna Marin hay otras mujeres que están al frente de los ministerios de Finanzas, Educación y del interior —y que además de todo, su edad no alcanza los 35 años.
Estas cuatro mujeres son una pieza clave en el modelo político que intenta impulsar Finlandia y que va del Estado del Bienestar hasta garantizar la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, sin discriminación.
Sanna Marin
Seguramente te has topado con una de sus fotos o alguna noticia relacionada con su nombre. Sanna Mirella Marin hizo historia el 10 de diciembre de 2019 al ser elegida como primera ministra de Finlandia —convirtiéndose en la mujer más joven que ha asumido este cargo en este país y a nivel internacional.
La ex ministra de Transporte y Comunicaciones llegó al cargo tras la dimisión del socialdemócrata Antti Rinne. Y de inmediato, el nombramiento de Marin causó expectativa no sólo en Finlandia. La oriunda de Helsinki representa los alcances del Estado del Bienestar y los ideales feministas. ¿Por qué?
Contrario a lo que los grupos conservadores argumentan sobre el rollo de las familias homoparentales y su impacto “negativo” en la vida de los niños y las niñas, Sanna Marin fue criada por una pareja de lesbiana —mucho antes de que en Finlandia se reconociera el matrimonio igualitario.
La familia de Marin fue de escasos recursos y aunque el panorama no pintaba de lo mejor para ellas, Sanna Marin ha reconocido que gracias al Estado y al sistema educativo finlandés, pudo salir adelante hasta cursar la licenciatura Ciencias Administrativas, ser presidenta del Ayuntamiento de Tamper y alcanzar un cargo en el gobierno como ministra de Transporte y Comunicaciones.
Sanna Marin no es la única mujer dentro del gobierno de Finlandia. El gabinete está compuesto por otras jóvenes mujeres.
Maria Ohisalo
Maria Karolina Ohisalo nació el 8 de marzo de 1985. Líder de la Liga Verde, Ohisalo fue nombrada como ministra del Interior en la gestión de Antti Rinne, en 2019. Sin embargo, con la llegada de Sanna Marin, la doctora en Sociología refrendó su posición al frente del Ministerio —teniendo un eje principal, el estudio de la pobreza para impulsar una política de Estado que ayude a la población de Finlandia en su desarrollo económico.
Al igual que Sanna Marin, Maria Ohisalo vivió en una familia de escasos recursos. Sin embargo, esto no fue obstáculo para que Maria ingresara a la Universidad de Helsinki y cursara un doctorado en Sociología.
Li Andersson
Li Sigrid Andersson nació el 13 de mayo de 1987. En 2016, la egresada de Ciencias Sociales alcanzó la presidencia de la Alianza de la Izquierda. En 2019 Li fue nombrada por Rinne como ministra de Educación y desde este cargo, Andersson ha impulsado políticas públicas sustentadas en la teoría feminista.
Tänään vietimme myös OKM:ssä Lapsi mukaan töihin -päivää ja olipa mukavaa!
Lapsilla oli opetusministerin kyselytunnille hyviä kysymyksiä elämän kaikilta laidoilta.
Kuuluuko ananas pizzaan?
Oletko sukua Bruce Leelle?
Mitä tekisit työksesi jos et olisi opetusministeri? pic.twitter.com/LqhF6oHJcm— Li Andersson (@liandersson) November 22, 2019
Para Andersson, la izquierda y el feminismo deben unirse para mejorar los derechos de los ciudadanos o de lo contrario, de nada sirven las teorías. La trayectoria de Li Andersson ha tocado base en trabajos como camarera, cajera y hasta su labor en Greenpeace.
Katri Kulmuni
Con tan sólo 32 años, Katri Briitta Ilona Kulmuni se ha convertido en la líder del Partido de Centro y ministra de Finanzas. De las cuatro ministras, Kulmuni enfrentó una polémica tras su postura de no permitir el retorno de las finlandesas vinculadas con el Estado Islámico.
De acuerdo con Kulmuni, este derecho debía ser único de los menores de edad. Sin embargo, tras la publicación de “una encuesta” hecha en Instagram —y en la que preguntaba sobre si las mujeres vinculadas con ISIS debían regresar—, la ministra tuvo que disculparse.