Aún con la presencia del Ejército y la Policía Federal en la región de Tierra Caliente, hasta el momento nada se sabe sobre el paradero del sacerdote Gregorio López Goristieta, el cual fue “levantado” por un comando que irrumpió la madrugada del 22 de diciembre en el seminario católico de Ciudad Altamirano, Guerrero.
A días de este acontecimiento, ningún tipo de autoridad se ha pronunciado al respecto. Ante tal inacción, el obispo de la diócesis de Altamirano, Maximino Martínez Miranda, llamó a cesar la violencia en la región de Tierra Caliente, además de pedir a los responsables del secuestro de Gregorio López su pronta liberación.
Martínez Miranda descartó que la agresión contra el sacerdote sea con fines económicos, ya que señala que hasta el momento nadie se ha comunicado con el fin de negociar algún monto por el rescate del religioso; otros podrían ser los motivos: reveló que ante la cada vez mayor presencia del crimen organizado en la zona, algunos otros sacerdotes han tenido que tomar sus propias medidas de seguridad.
“Basta ya, es el grito de todos los obispos de México y de esta diócesis. Basta ya de los que provocan iniquidad, corrupción, impunidad de complicidad y a la vez indiferencia, que lo único que han hecho es provocar violencia, temor”, solicitó el obispo.
Además del comunicado, Martínez Miranda y cientos de personas marcharon ayer por las calles de Altamirano, exigiendo la libertad de López Goristieta. Señalaron que aunque la camioneta del religioso fue encontrada y la iglesia realizó la denuncia correspondiente, aún no se conoce cuál es el móvil de la desaparición.
Por otra parte, el de López Goristieta no es el único delito contra sacerdotes que se ha registrado en la zona. Asaltos, asesinatos y varios secuestros, son los atentados que este año han enfrentado los religiosos. El obispo hizo mención a un caso particular: en las montañas San Miguel Totolapan un sacerdote fue brevemente secuestrado. Sus captores le reclamaron el hablar en favor de “La Familia”, uno de sus grupos rivales… al parecer todo fue una confusión, ya que el religioso argumentó que él mencionó a los “valores familiares”, no a “La Familia”.