Como aquellos cuyo sueño es comprarse algún día un Ferrari y por eso inician con el llavero del caballito, el “gober” de Guerrero, Héctor Astudillo, dice no tener herramientas de espionaje… pero bien que paga para que el software de éstas sea actualizado. Por algo se empieza, pues.
Ahora que está de moda verificar si las autoridades no andan checando nuestras llamadas a hot lines, en Guerrero se acordaron que la pasada administración de Ángel Aguirre tenía un equipo “interceptor de comunicación” adquirido a la empresa Neolink y conocido cariñosamente como “El Perro”. De acuerdo con Proceso, el equipo fue comprado en 2014 por 17.5 millones de pesos, los cuales salieron de las arcas federales destinadas a asuntos de seguridad.
¿Dónde quedó “el perro”?: controversia en Guerrero por equipo de espionaje https://t.co/AqaI5j3WzY @soyfdelrincon
— CNN en Español (@CNNEE) 24 de junio de 2017
Según fuentes oficiales, el gobierno guerrerense sacó a pasear varias veces a “El Perro”: desde 2014 a la fecha se utilizó mínimo 400 veces, no sólo para rastrear equipos móviles, sino también para interceptar llamadas y mensajes. Sin embargo, cuando se le preguntó a Astudillo qué pasó con el equipo de espionaje, parece que éste es tan bueno que no puede ser detectado ni por el propio gobierno: ya no está, dice el gobernador.
equipo de espionaje está operando en la fiscalía especializada en secuestros de la FG, se uso en caso #Ayotzinapa https://t.co/kStokQNMZ9
— gustavo urrutia (@gurrutiar) 24 de junio de 2017
“He hablado con el fiscal Xavier Olea Peláez sobre este tema. Tampoco está, no está, no lo tenemos pues. No está en la idea del gobernador andar espiando a nadie y reitero, no tenemos el aparato. No lo hemos encontrado en ningún lugar y tampoco tenemos planeado tener un aparato que pueda servir para escuchar conversaciones o algunos otros mecanismos para rastrear, para saber qué es lo que van a hacer o qué es lo que no van a hacer”.
Entonces, lo que tendría que verificar Astudillo es en qué utilizó realmente el fiscal los 100 mil dólares que le pidió para actualizar el software de “El Perro”. Según fuentes de Proceso, Xavier Olea solicitó recientemente dicha cantidad al mandatario, lo cual prueba que hasta la fecha las autoridades ministeriales continúan haciendo uso de las herramientas de espionaje.