El segundo día del Hay Festival estuvo cargado de charlas, conciertos y lecturas de poesía. En sopitas.com seguimos resumiéndoles lo mejor del festival y claro, trayéndoles la voz de los escritores y artistas que nos siguen concediendo entrevistas.

Esta vez tuvimos la oportunidad de platicar con Elvira Navarro y Alberto Montt.

Ya les habíamos contando un poco de la historia de uno de los mejores narradores gráficos y caricaturistas vivos. Alberto Montt es bien conocido por su excelente trabajo, sobre todo en Latinoamérica.

Montt reconoce con mucho orgullo la tradición de la que parte, los grandes dibujantes latinoamericanos que fueron sus primeras lecturas: Quino, Fontarrosa y Caloi, por ejemplo. Entrevistamos a Montt en el marco del Hay Festival Xalapa y nos dio grandes consejos para todos aquellos que quieran pasar noches solitarias alimentando un blog, o para todos los que sospechan que su creatividad se está mal gastando.

Alberto Montt sabe que abrir un blog no es fácil, pero eso es precisamente lo que lo vuelve más divertido. La experiencia del caricaturista es tan fascinante por ser tan normal, tan cercana a cualquier persona. Él empezó su blog como todos los demás, asombrándose de tener unas decenas de visitas, leyendo los comentarios de un par de personas, pero eso sí, sin dejar de hacer lo que más le gustaba.

Montt fue pionero en poner su trabajo allá arriba, para que todos lo vieran. Alberto nos comentó que fue complicado cuando inició el blog: “no tenía pretensiones, ni siquiera sabía si la herramienta funcionaba, entonces, fue tan paso a paso y tan sorprendente cada uno de ellos… Recuerdo claramente los números, cuando entré y 17 personas habían visto el blog y me sentí un rockstar de verdad. Luego fueron cien y me pregunté, qué pasa si son 500 personas las que lo ven y un día llegaron 500. Creo que todo lo que uno hace tiene que ser por inevitabilidad, porque tienes que hacer esa cosa. Porque quieres hacer un blog y necesitas tener un blog para comunicar y recopilar lo que quieres.

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El hecho de que venga o no venga gente, debe ser secundario porque, si no es así, puede ser muy frustrante, puede ser una sorpresa y empiece a crecer, pero puede que no. Los blogs que sigo y que terminan creciendo, son blogs hechos por amor no por ganar seguidores“.

Montt sabe que la constancia es cardinal pues, las barreras que nos ponemos antes de empezar cualquier proyecto pueden ser muchas, esas ya están, lo importante es no dejar de hacerlo: “si no llegan los seguidores enseguida no te detengas, manténte, los seguidores llegarán si el trabajo es bueno“.

Pudimos también platicar con Montt acerca del humor y la ironía, los elementos centrales de su obra y con los que nos sentimos plenamente identificados. El humor de Montt tiene muchísimos matices y explorarlo es siempre una aventura que termina por mostrarnos el mundo desde puntos de vista que hacen que, aquello que vemos, la cultura popular, la música, la religión, etc. tomen colores diferentes.

Alberto ve la ironía y el humor como “parachoques, una manera de enfrentarte a los problemas sin que te destruyan, es una manera de enfrentar la realidad con una perspectiva diferente que por un lado la aliviana y por otro la hace más certera; es más fácil llegar a una idea clara a través de un chiste que a través de una explicación científica. También es cierto que no es algo que uno busque, en su blog (Sopitas.com) a ustedes les nació ser humorísticos o irónicos porque probablemente ustedes son eso, uno no busca la ironía y la trabaja como una herramienta. Uno es así. Un blog tendrá éxito cuando sea honesto consigo mismo, si no eres irónico o humorístico es absurdo buscarlo. La gente lo busca porque a pesar de lo que uno creería es un bien escaso“.

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Muchos podemos definitivamente aprender de las experiencias de Montt, especialmente aquellos creativos que irremediablemente llenan las filas de agencias publicitarias y despachos de marketing, ofreciendo sus ideas a enormes empresas.

Alberto, nos advirtió sobre estos trabajos:

Uno tiene que comer pero al mismo tiempo uno tiene que saber que tiene que desarrollar lo otro porque si no se pudre. Si tienes que trabajar en una agencia para alguien tienes que darte quince minutos para ti, tienes que. Esos quince minutos a la larga van a valer mucho más que el sueldo de la agencia, mientras necesitas el sueldo, dale, sueldo, pero si no te das esos quince minutos, ese sueldo va a ser tu vida, y eso es una mierda, sobre todo cuando tienes necesidades creativas“.

Claro, una vez que uno logra darse el tiempo para empezar a crear, para sacar sus ideas al mundo se tiene que enfrentar a la crítica. Al fin, crear es dialogar y muchas veces ese diálogo puede no ser lo que estemos esperando. Los trolls acechan, los nazis de sus propias ideas pululan y uno tiene que hacerse de la mejor actitud para cuando ellos lleguen:

“La ventaja de las redes sociales y del internet, nos dice Montt, es que si no te gusta te largas, no es como que estuviera en un periódico que a la gente le llega lo lee y se indigna; si no te gusta da click en otro link y ya. Hay mucha gente que llega al blog se queja un día y, claro, se va, porque no tiene mucho sentido ladrarle a una pared.

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Yo no pretendo ser crítico, la única pretensión real que tengo es ser honesto con las cosas que me interesan y que sea una opinión, crítica, ridícula, lo que sea, pero que esté ahí. El lector sabe que no estoy tratando de ser confrontacional, me interesa que esa persona que entra al blog y le gusta se sienta identificada o sienta que hay algo ahí que vale la pena investigar, que sea una invitación al pensamiento crítico. Es una pretensión muy alta y amplia, pero si tuviera alguna pretensión sería esa, ni siquiera hacer reír, sino decirle a la gente, mira tu realidad desde esta otra perspectiva, que tal vez no es la correcta pero es la de otra persona 

El nuevo libro de Montt en nuestro país, En dosis diarias No.2, ya ha sido publicado por Sexto Piso (el primer tomo también) y ya pueden conseguirlo en librerías. El libro junta muchas de sus mejores viñetas y tienen que echarle un ojo. Pueden también visitar su increíble blog.

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Luego de platicar con Montt tuvimos la suerte de charlar con una escritora joven que ya se ha hecho de un lugar en las letras iberoamericanas. Elvira Navarro (Huelva, España,1978) es una de las narradoras más prometedoras de su generación. Y además, la nueva editora para 2015 de Caballo de Troya, la colección más experimental del grupo Penguin-Random House. Participó en el Hay Festival de Xalapa en la sección de Talento Editorial. Ha publicado las novelas La ciudad en invierno ( 2007) La ciudad feliz (2009 ) y últimamente, La trabajadora (2014). Leerla es meter la cabeza en el aire que comienza a orientar a la narrativa española por venir.

Hablamos primero de cómo se enfrenta, editorialmente, al gusto del lector, Elvira nos cuenta que “La labor del editor es la misma que un escritor, pensar en el libro y no en el lector. Hay que pensar la mejor manera en que el libro va a estar. Si algo nos enseña la historia de la literatura, es que los libros buscan a los lectores, cada libro genera lectores. Estoy pensando en Proust, ese tipo de libros que nunca se habían escrito de esa manera. Esos libros suelen llevar incorporadas sus propias poéticas para explicar por qué se está haciendo. No creo que una editorial deba publicar en función de un gusto, o de un gusto localizado en algún segmento.

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Los lectores somos seres históricos, estamos condicionados por el momento social que vivimos, no creo en lectores ahistóricos. Esta idea occidental de que la literatura es universal, como si el canon no dependiera de ninguna instancia exterior a la literatura. Hay un canon porque hay circunstancias externas, que legitiman ese canon. Pero también, podría haber otras y el canon sería distinto“.

La definición de literatura definitivamente ha sido uno de los problemas que más nos ha perseguido a lo largo de la Historia, siempre nos metemos en problemas por tratar de pensar el asunto o, incluso, una salida complicada también, decidimos que definitivamente no importa. Elvira Navarro, desde su experiencia como editora y escritora, nos dice que “Hay una frase de Marguerite Duras, repetida por Vila-Matas, que no es exacta, «escribo para saber lo que escribiría si escribiera». Como nunca sé de antemano hacia dónde voy. […] La escritura es un trabajo muy concreto. Muchas veces estás en la respiración del personaje, o en la atmósfera de la calle que cuentas. Es como si estuvieses dentro de un pastel y te hubieses metido dentro de la harina“.

Los dos primeros libros de Navarro tienen un eje común, la misma autora nos cuenta que “fueron escritos a la vez. El primer libro fue azaroso. Lo que estaba escribiendo es el segundo libro, que iba a ser más largo, pero luego empecé a quitarle y quedó en un libro corto. Junto a la segunda de las historias, de una niña que instala relación con un vagabundo. Mientras escribía eso, me salían cuentos, que fue “La ciudad en invierno”. Había un montón de derivas y yo las tomé todas, y de repente tenía un libro más“.

Tuvimos además oportunidad de platicar con la escritora acerca de cómo se relaciona con la categoría “novela social”, una etiqueta problemática desde luego, y también nos dio algunos consejos para aquellos que estén comenzando a escribir y empiecen a buscar su propio estilo.

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“Todas las novelas son sociales, ¿hay la posibilidad que una novela no sea social?. Me rebelo contra la etiqueta, no porque tenga algo en contra de ello, sino porque esa clasificación de novelas sociales y no sociales son falsas. Las novelas no sociales, si surgen de la negación de mirar hacia determinados lugares catalogados como sociales, incluso por su negación, se refieren a ellos. En cualquier caso, cuando escribo, no pienso si es novela social o no, o en categorías externas con las que luego se califica al libro“.

Comenzar a escribir es una experiencia difícil, muchos fantasmas se nos aparecen para hacer el duelo con la página en blanco todavía más difícil: “Lo primero es reconocer dónde estás y dónde está tu pulsión. Muchas veces la pulsión se niega por factores ambientales, porque la gran literatura va por un sitio y tu pulsión va por otro. Por ejemplo, durante algunos años en España, ser realista era mirado con sospecha. Pero, ¿qué pasaba con los escritores que vocacionalmente somos realistas? A lo mejor mañana me pongo a escribir ciencia ficción, pero va a ser una pulsión. Uno no puede renunciar a su tradición. Me formé leyendo realistas franceses, norteamericanos, austriacos, y españoles. Hay que buscar obra, y maneras particulares.

En Kafka, por ejemplo, toda su obra nace de una imposibilidad. En sus Diarios, su pelea es porque quiere hacer una novela normal, convencional, y no le sale. Entonces, todo su sufrimiento es que le salen todas esas movidas extrañas que es su forma propia. Hay que buscar esa manera donde uno se articula, aunque uno esté peleado consigo mismo. Si, en un principio, ya quieres ser reconocido como gran autor o autora, eso lleva a la impostura. Y, a veces, te pareces a la gente que más detestas. Es importante saber qué tipo de escritor se es. Hay que reconocer las capacidades que uno tiene y potenciarlas.

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El Hay Festival, en su edición Xalapa aún tiene mucho que dar y en sopitas.com te platicaremos de las exposiciones, pláticas y lecturas que vienen.

Si quieres checar el programa completo del festival, da click aquí.

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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