El expresidente de Bolivia, Evo Morales, dio a conocer la muerte de su hermana mayor, Esther, de quien no pudo despedirse para evitar que fuera ejecutada la orden de aprehensión que existe en su contra.
Desde su asilo en Argentina, Evo Morales lamentó la muerte de su hermana a quien consideraba “como una madre”. Según dieron a conocer en medios internacionales, Esther Morales murió la madrugada de ayer, domingo 16 de agosto, a causa del COVID-19. En Bolivia esta enfermedad ya cobró la vida de más de 4 mil personas.
“Por qué tanto odio, racismo y persecución política que me impiden ver, por última vez, a mi única hermana. Para mí, Esther, fue mi madre. La historia juzgará”, escribió Evo Morales en su cuenta Twitter.
Según recordó el expresidente de Bolivia, Esther Morales fue la mujer que siempre lo defendió durante su época de dirigente. “Me acompañó en los momentos más duros sin importar represalias”.
Aunque nunca ocupó cargos públicos o estuvo involucrada en la política, Esther Morales fue blanco de agresiones por parte de los detractores su hermano. Según Evo Morales, el más reciente episodio sucedió el año pasado, cuando fue sacado de la presidencia por la oposición. “En el golpe de 2019 quemaron su casa y la persiguieron”.
De acuerdo con medios extranjeros, la hermana de Evo Morales estuvo internada por COVID-19 en un hospital de Oruro, Bolivia. Debido a su condición, sus familiares intentaron trasladarla a algún centro médico que contara con equipo de terapia intensiva. Sin embargo, no lo consiguieron.
Me duele no despedirme de mi hermana, que era una madre para mí, para agradecerle por su amor, su honestidad y valor acompañándome y sufriendo hasta detenciones, como en Oruro, en 2002, por pedir mi libertad. pic.twitter.com/3njIiOcHvH
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) August 16, 2020
Elecciones en Bolivia serán en octubre
Mientras Evo Morales daba a conocer esta triste noticia, su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) aceptó la postergación de las elecciones presidenciales… con la condición de que la fecha ya no vuelva a modificarse. Así, de celebrarse el 6 de septiembre, ahora serán el 18 de octubre.
Y, aunque esta decisión parece razonable, en atención a la emergencia sanitaria, no fueron pocos los seguidores del MAS que consideran la adhesión a la nueva fecha como una “traición”… incluso advirtiendo que arreciarán con las movilizaciones y bloqueos viales para adelantar la salida del gobierno de la presidenta Jeanine Áñez.
Sin embargo, se prevé que las acciones de simpatizantes del MAS no sigan, ya que no son del todo populares, dado que el gobierno de Áñez se ha encargado de responsabilizarlas del desabasto de medicamentos y equipo médico para hacer frente a la pandemia en diversas comunidades.