Y para que no digan que sólo con siete mil pesitos la iba a librar, ayer Rodrigo Vallejo, hijo del ex gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, fue detenido nuevamente para completar el proceso que se le sigue por los supuestos vínculos que tiene con el también entambado líder de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez “La Tuta”.
Hace un mes el llamado “Gerber” pudo obtener su libertad provisional al desembolsar una suma que seguro se gasta en una ida al “table”… esto porque el delito por el que está bajo proceso –encubrimiento– no es considerado grave. No obstante, la Procuraduría General de la República consideró que se le podía sacar más es momento de hacerlo comparecer de nueva cuenta ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada (Seido) y ayer, luego de acudir a firmar al juzgado en cumplimiento de su libertad bajo caución, se le detuvo para que cumpla con el citatorio girado por un fiscal de la Seido.
Al respecto de esta detención, la procuradora Arely Gómez no mostró asombró, ya que señaló que, pese a lo que muchos pensaban, el “proceso penal en contra de Rodrigo vallejo no ha finalizado”.
Además, comentó que los recientes videos en los que “El Gerber” debate amenamente con “La Tuta” fueron tomados en consideración para animarse a profundizar más en las investigaciones… aunque no son pruebas, sí aportan nuevos elementos a los que tendrá que responder el mayor de los hijos de Fausto Vallejo.
Como ya muchos saben, Rodrigo Vallejo es uno de los más recurridos protagonistas de la filmografía de “La Tuta”. Luego de obtener su libertad por 7 mil pesos, salió a la luz –cortesía de Carlos Loret de Mola- nuevo material… incluso en uno de los videos ofrece al líder de los Templarios estancia en la casa del gobierno estatal.
“Sin ningún posicionamiento político he dejado que transcurra la detención de Rodrigo Vallejo, mi hijo, porque si tiene algo de que dar cuentas a la justicia, con toda hombría debe de dar la cara”, declaró hace un mes el ex gobernador michoacano… parece que llegó (otra vez) el momento.
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