Típico, por fin consigues (sabrá Dios cómo) que la chica de tus sueños acepte salir contigo, pero cuando estás cenando con ella sientes un retortijón maligno que amenaza con echarte a perder la noche… ¿te ha pasado?

Todos estamos expuestos a sufrir este vergonzoso problema a la hora de salir con alguna muchacha o muchacho, lamentablemente nadie nos prepara para algo así. Por fortuna, aquellos que temen hacer el ridículo en alguna salida amorosa, nos enteramos de la existencia de un libro muy vacilador que puede salvarnos la vida: How to Poo on a Date: The Lovers’ Guide to Toilet Etiquette.

Este libro-manual, que es una guía que nos ayuda a lidiar con ese incómodo momento corporal si se presenta en algún momento romántico, es actualmente la sensación en Amazon e incluso obtuvo el reconocimiento como el título más raro del año en los Premios Diagram, que otorga la revista británica The Bookseller.

En sus 144 páginas se aborda de forma humorística qué hacer cuando las tripas nos juegan una mala pasada en el momento menos oportuno, por ejemplo, cómo lidiar con los olores no deseados cuando se nos apaga el piloto.

Eso sí, no crean que este libro es pura chacota, de hecho Mats y Enzo, autores de esta chulada, pasaron 5 años (eso dicen) investigando sobre el tema. Esto escriben ambos en la introducción del libro:

“Uno de los secretos de la seducción (y esto va tanto para una primera cita como para el resto de la relación) es permanecer impecable en todo momento. Sin embargo, somos de carne y hueso y esto significa que sí, a veces tenemos que ir al baño.

Esta necesidad vital y humana permanece extrañamente como un tabú en la sociedad moderna, y en un instante puede arruinar una relación floreciente o ya establecida”.

Podemos pensar que algo tan insignificante como ir a liberar al topo de la jaula no podría acabar con una relación, pero en alguna parte del libro los autores nos hablan de su amigo Tom, quién pensaba que ya había llegado a tal punto de confianza con su novia, que comenzó a hacer sus necesidades con la puerta del baño abierta mientras a lo lejos seguía hablando con ella. Esto fue un error garrafal pues ahora el pobre Tom está solo.

“Ya no podíamos permitir que algo tan banal como ir al baño siguiera destruyendo millones de relaciones”, dijeron los autores.

popocita

Este libro es el tercero de una colección que ya tiene otros dos títulos: How to Poo at Work y How to Poo on Holiday.

Aquí unos cuantos consejos extraídos de esos libros, a ver qué les parecen:

  • Si vas en el avión con tu pareja y tienes necesidad de echarte un soplado (pero sospechas que saldrá silvador), acércate a ella, desliza la mano debajo de su muslo y aprieta fuertemente su rodilla, esto hará que grité y hasta salte de su asiento, momento ideal para que liberes el gas y el sonido pase desapercibido.
  • Cuando coman derrámate encima un poco de la bebida que estés tomando, así podrás levantarte e ir al baño sin levantas sospechas.
  • Si estás en una fiesta y sientes el llamado de la naturaleza, di que vas rápido a recargar el saldo de tu teléfono, a revisar que el auto esté donde lo dejaste o que tienes que ir a realizar una llamada.
  • Es muy importante tanto ir al baño sin avisar, como el que nadie noté que entraste (¿qué tal si lo tapas o dejas el típico “crayolazo”, y alguien se entera que fuiste tú y corre la voz?).
  • Si eres chica, no descartes el clásico “voy a retocarme el maquillaje” para excusarte.
  • Siempre ve solo.
  • Si después de descargar tus miedos en un baño ajeno descubres que se acabó el rollo de papel higiénico, arranca un pedazo de papel tapiz del que se encuentra detrás del boiler o del radiador.
  • A veces el olor es tan potente que será necesario que llenes de perfume el ambiente y tú hagas lo mismo. Al regresar abraza a tu “date” (como dicen las chavas de hoy) para que huela tu frescura, y así, si el viento hace que el tufo llegue hasta donde se encuentran ella no sospeche de ti.
  • Deja todo como lo encontraste, que nada delate que estuviste en el trono.
  • No te tardes más de cinco minutos o comenzarás a levantar sospechas.
  • Aunque te sientas “malito de la panza” o cursiento, nunca se lo hagas saber a los demás.
  • Nunca alardees ni presumas las dimensiones o el aspecto de lo que hiciste detrás de la puerta del baño.

Si tú, querido sopicuate, te caracterizas por tener un proceso digestivo escandaloso, nada discreto y con un final no siempre feliz, considera adquirir este libro que está disponible en formato electrónico para Kindle. Aquí el enlace.

¿Algún consejo o anécdota sobre el tema que quieran compartir?

*** Vía DailyMail

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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