Hace aproximadamente un mes apresaron a Humberto Moreira en España, tras investigarlo por malversación de fondos y lavado de dinero. Esto fue aplaudido por muchos, pues el ex-dirigente del PRI y ex-gobernador de Coahuila, es ampliamente conocido por sus corrupción e incluso se le vincula con los Zetas.
Sin embargo, tan solo unos días después de su arresto, fue liberado por el juez español, Santiago Pedraz, al “no encontrar pruebas suficientes” y cerró el caso. Así en cuestión de horas, Moreira quedó en libertad y regresó a México después de este hecho.
Cuando pensábamos que este caso ya había quedado en el olvido y que una vez más uno de nuestros políticos se había salido con la suya, el periódico El País, dio a conocer que el gobierno mexicano hizo todo en su poder para liberar a Moreira, volcó a todos sus funcionarios de la embajada de México en España para apoyar a su familia e investigar cómo podían liberarlo.
Pero, ahí no termina este asunto. “El País” dio a conocer el resto de su investigación y confirmaron que el gobierno de México envió al hermano de Alfonso Pérez Daza, consejero de la Judicatura Federal (CJF) para asistir a Humberto Moreira en España. Abraham Pérez Daza, es funcionario de la PGR y se dedicó a brindarle atención personalizada en todo momento a Moreira, incluso él fue una de las personas que fue a recoger a su abogado al aeropuerto.
Abraham Pérez Daza fue el encargado de protagonizas las misiones más delicado en el apoyo y asistencia que el Gobierno de Enrique Peña Nieto dio a Humbetro Moreira, ex presidente del PRI detenido en Madrid por los presuntos delitos de blanqueo de capitales e integración de la bada criminal de los Zetas. Acompañó al letrado mexicano (Ulrich Richter, abogado de Moreira) durante toda su estancia en Madrid y se ocupó, también, de asistir a Vanesa Guerrero (esposa de Moreira) y a sus hijas.
Abraham Pérez Daza se encargó de recopilar todos los documentos sobre casos contra Moreira en México, para mostrárselas al juez y demostrar que el ex-dirigente del PRI estaba limpio.
Cuando estalló el escándalo de Coahuila el mismo Gobierno que le investigó fue el que le exoneró con una hábil maniobra para evitar que le pudiera juzgar de nuevo por la misma causa. No se pidieron diligencias de la investigación. Todo fue una patraña, afirmó una fuente anónima a El País.
Así que una vez más, uno de los políticos más corruptos de nuestro país quedó impune e incluso fue apoyado por el propio gobierno para no enfrentar la ley.
***Vía: Reforma, El País