Podrán decir lo que quieran de las presidencias de Lula Da Silva y Dilma Rousseff, pero de que dejaron instituciones sólidas, las dejaron. Tanto así, que ahora pueden manejar las acusaciones de corrupción que hay en contra del actual presidente, Michel Temer… y no precisamente en favor del mandatario.
Este martes inicia un juicio de tres días en contra del Ejecutivo brasileño, el cual podría derivar en la conclusión abrupta del mandato presidencial, pero no sólo eso: también podría llevar a la expresidenta Dilma Rousseff ¿tras las rejas? nah… solamente a no participar en elecciones hasta 2026. ¿Por qué? Pues porque lo que se aclarará en el juicio será si durante la campaña que llevó al poder a Temer y a Dilma, recibieron fondos ilegales provenientes de la constructora Odebrecht.
Esta acusación no es reciente, sin embargo, se reavivó por la posibilidad de que, con la salida de Temer, se concluya la profunda crisis política que se vive en Brasil. Hay que señalar que esa crisis se encendió (más), luego que hace unas semanas se diera a conocer el contenido de un audio en el que el presidente da su autorización para sobornar a un exdiputado federal.
Precisamente, la aclaración de la frase “hay que mantener eso”, luego que uno de sus colaboradores le mencionara del pago que se le hace al exlegislador Eduardo Cunha, es una de las 82 preguntas que forman el interrogatorio que la policía brasileña hizo llegar a Temer, para que éste las responda por escrito y con letra de molde.
Explique el contexto en que se dieron esas declaraciones, aclarando, sobre todo, el sentido de la indicación final de Vuestra Excelencia, tenemos ‘que mantener eso’.
De acuerdo con O Globo, lo anterior forma parte de una lista de cuestionamientos de la PF de Brasil al presidente. Son un total de 82 preguntas que –en general– abordan temas como: La relación de Temer con un exdiputado apañado al momento de recibir un maletín con 500 mil reales de un ejecutivo de JBS (una de las principales compañías de carne en el mundo… relacionada con Odebrech, por cierto); qué sabe de ciertas empresas que habrían sido beneficiadas por decretos emitidos por él y su relación con funcionarios acusados por ejecutivos de JBS de ser intermediarios en el pago de sobornos.
Temer puede o no responder en un plazo de 24 horas… ya que no está obligado. Sin embargo, nada impedirá que hoy inicie un juicio en su contra, el cual podría tener diferentes desenlaces, dependiendo de qué tan de acuerdo queden los siete ministros de la Corte.