El gobierno francés aprobó hoy una medida que obliga a todos los vehículos del país europeo a instalar en sus autos un alcoholímetro, el cual impide que el motor arranque si el conductor da positivo antes de encender el vehículo.
La medida se implementará a partir del 1 de julio, por lo que los conductores galos tienen unos meses para hacer las adecuaciones necesarias en sus vehículos. Quienes no cumplan con el requisito deberán pagar una multa de 11 euros.
Para que el dispositivo instalado en el auto sea validado por las autoridades, debe estar en buen estado, tener un certificado de homologación y una fecha de caducidad que no debe ser rebasada.
La medida también incluirá a los autos extranjeros que circulen en territorio francés. Los únicos vehículos exentos del trámite serán los ciclomotores de menos de 50 centímetros cúbicos.
En Francia el 31 por ciento de los accidentes mortales están vinculados al consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, y para que vean que no sólo en nuestro México las decisiones del gobierno generan polémica, gran parte de la población francesa ve esta medida como un pretexto para recaudar más dinero, en lugar de como una disposición para invitar a los automovilistas al autocontrol.
El valor de los alcoholímetros franceses oscila entre uno y dos euros.
Ya nos imaginamos lo que sucedería si en México se adopta este modelo de alcoholímetro:
-Habría talleres (tipo pre-verificentro) en los que por una módica cantidad le pondrían ‘truco’ a los aparatitos para que registren menos grados de alcohol.
-Afuera de los antros y bares habría ‘sopladores’, cuyo oficio sería encender autos ajenos.
-Si en Francia hay dos empresas dedicadas a fabricar alcoholímetros, en México tendríamos una gran cantidad de opciones, pues en la fayuca de Tepito o Meave encontrarías versiones más económicas y hechas en China. Eso sí, sólo funcionarían correctamente quince días.
A pesar de todo, cualquier medida orientada a evitar accidentes a causa del alcohol vale la pena. ¿Ustedes qué opinan?