Todos sabemos que el conservador Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, no tiene pelos en la lengua (a diferencia del más diplomático ex presidente israelí Shimon Peres) y ha dicho en el Congreso de Estados Unidos que “Irán es un peligro para el mundo”, pero ¿por qué diría algo así?
Netanyahu está definitivamente en contra de cualquier acuerdo que puedan tener los Estados Unidos e Irán, y mucho menos si el acuerdo es nuclear, así que hizo lo más diplomático en el mundo: comparar al gobierno chií de Irán con el Estado Islámico (una sangrienta organización terrorista que ocupa territorios de Siria e Irak).
Benjamin Netanyahu dijo:
“El régimen de Irán presenta una grave amenaza, no sólo para Israel sino para la paz de todo el mundo”
Añadió:
“Todos debemos mantenernos unidos para detener la marcha de Irán hacia la conquista, la subyugación y el terror”
El primer ministro israelí fue recibido con aplausos por el Congreso (dominado por republicanos) aunque se ausentaron 50 senadores y representantes demócratas en son de protesta.
Aquí están los republicanos diciendo “Éste es mi gallo”.
Según Netanyahu, los Estados Unidos no deben relacionarse con Irán:
“La batalla entre Irán y el Estado Islámico no debe convertir a Irán en un aliado de Estados Unidos (…) En este caso, el enemigo de tu enemigo, es tu enemigo”
Para Netanyahu el acuerdo nuclear que Estados Unidos y otros países occidentales buscan establecer con los iraníes les facilitaría desarrollar la tecnología para obtener armas atómicas, que tarde o temprano serían usadas contra el país americano y sus aliados.
El discurso del primer ministro no es gratuito, se acercan las elecciones en Israel y está en juego su puesto. Si estrategia es apelar a la parte de la población más conservadora (como siempre) para mantenerse donde está, y este discurso tan escandaloso es el movimiento perfecto para dejar en claro de qué lado de la batalla está.
El acuerdo con Irán
Según Reforma, las negociaciones entre Irán y el grupo 5 +1 (Rusia, China, Francia, Alemania y Estados Unidos) busca lograr un acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán, asfixiada por las sanciones internacionales.
Según The Huffington Post, Netanyahu pidió a Estados Unidos que s imponga en las negociaciones con Irán ya que ahora el país de Medio Oriente está vulnerable por la caída de los precios del petróleo (claro que Estados Unidos no tiene grandes armas con las cuáles negociar, ya que esa misma caída en los precios ha puesto en riesgo su industria del fracking y su exploración en aguas profundas).
Washington considera que la exigencia de Israel es poco realista.
Por otro lado, Irán ha rechazado congelar las actividades nucleares por diez años como pidió Estados Unidos.
El ministro de Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, dijo:
“Irán no aceptará las demandas excesivas e ilógicas”
Pero afirmó que permanecerá en la mesa de negociaciones en su segundo día y conversará con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
El trato de Kerry era que Irán congelara su industria nuclear por 10 años y, a cambio, le disminuirían las sanciones que tienen contra él y que han mermado la economía de este país petrolero.
Irán dice que ellos no quieren crear armas nucleares sino generar electricidad, pero los occidentales tienen sus reservas (quizá más por motivos políticos y comerciales que de seguridad).
En fin, a ver si Estados Unidos cede al discurso de Israel o si seguirá con el plan para terminar con la influencia del Estado Islámico.