Imagínate poder recorrer el Coliseo como si fueras el mismísimo Spartacus encabezando su revolución o poner las sandalias donde Marcus Attilius repartía históricos cates. Aunque todavía está a unos años de ser una realidad, esos son los planes oficiales que Italia está cocinando pues planean restaurar el piso del icónico anfiteatro romano para que todos los visitantes disfruten de su máximo esplendor.
Además, prometen que —una vez arreglado— podría ser utilizado para conciertos y obras de teatro.
Este interesantísimo anunció fue confirmado por Alfonsina Russo, directora del Coliseo, cuando avisó que el Ministerio de Cultura en Italia está invirtiéndole más de 20 millones de dólares al proyecto.
La BBC comenta que los romanos tienen estimado que la remodelación termine en 2023.
Aunque todavía no existe un diseño ganador para devolverle al Coliseo la grandeza que deslumbraba hace dos milenios, las promesas de las autoridades se ven extremadamente interesantes. Sobre todo porque conservarán la sorpresa que caracterizaba a las históricas batallas de gladiadores.
El piso del Coliseo en Roma
“Queremos dejar una verdadera idea de cómo era en su esplendor”, mencionaba Alfonsina Russo en una entrevista. La arena del Coliseo romano era, según los historiadores un espectáculo del sobresalto.
Actualmente, el piso deja ver todo un laberinto de pasillos subterráneos que, en sus épocas, formaba parte de un sistema de poleas, compuertas e incluso un elevador para poder llevar a la superficie —de madera cubierta de arena— un sinfín de animales salvajes o presentar de sorpresa a otros peleadores.
“Un gladiador en la arena no podría saber dónde aparecería el siguiente león o si sería uno, dos o tres felinos gigantes su siguiente desafío”, comentaba el arqueólogo Heinz-Jürgen Beste a la revista del Smithsonian.
Los planes de renovación del piso del Coliseo plantean hacer recuperar todo aquel sistema para los sorpresivos shows romanos.
Además, prometen aprovechar la tecnología para ponerle un piso retráctil que permita a los visitantes recorrer la arena. Y ya cuando quede listo todo el changarro, imagínate poder disfrutar de un concierto en el centro de un anfiteatro de casi 2 milenios de antigüedad.
A ver en qué queda todo este proyecto italiano. Mientras, a seguirnos entreteniendo con la película de Russel Crowe.