Porque como se ve la situación parece que vamos derechito a protagonizar un capítulo de Black Mirror, las autoridades en Jalisco han decidido ponerle un “estate quieto” a tanto sexting, grooming y los retos suicidadas en medios digitales… es decir, a gandallas que sin consentimiento difunden imágenes cachondonas de personas, viejos raboverdes que gustan de acosar a menores de edad y la incitación al suicidio, respectivamente.
De acuerdo con La Jornada, los tres casos señalados serán tipificados por los tapatíos como delitos en el Código Penal de Jalisco, esto luego de que la Comisión de Puntos Constitucionales en el Congreso del Estado diera su visto bueno a la iniciativa que abordó esos temas.
Ya tratados anteriormente, los legisladores votaron por unanimidad la propuesta para sancionar a quienes sin consentimiento del “pasivo” (o sea, de la/el protagonista de alguna imagen) difunda el material con contenido erótico/sexual… no le hace que haya recurrido al photoshop. Si la imagen en cuestión afecta la honra o prestigio de una persona, la pena podría ir de dos a cinco años de prisión, esto sólo si la situación nomás queda entre cuates, pero si la difusión se hace por medio de tecnologías de la información , sube de cuatro a ocho años. Sin embargo, si el acusado alcanzó el máximo nivel de gandallismo y difunde imágenes de menores de edad, entonces el castigo llega hasta los 12 años de bote.
“(El sexting) es un delito que aparte del daño que se comete al buen nombre o prestigio de la víctima, le produce depresión, vergüenza y pérdida de la autoestima. Causa un daño moral profundo”, consideró Rocío Corona Nakamura, diputada que preside la Comisión de Puntos Constitucionales.
Avanza tipificación del “sexting”, “grooming” y retos suicidas como delito en Jalisco https://t.co/opFQy3ZMHW
— Proceso (@revistaproceso) 15 de agosto de 2017
En lo relacionado al grooming, su tipificación consta en la modificación que se hizo al artículo 142-A, quedando establecido que ahora habrá de tres a seis años de tambo a los adultos que –con propósitos sexuales– se hagan pasar por un niño o adolescente, con el objetivo de engañar a personas menores de edad. Como en el caso anterior, dependiendo el sapo es la pedrada: cuando se utilicen tecnologías de la información para fines tan sátiros, la pena podría llegar hasta los 12 años de prisión. Ahora que, si la víctima está por debajo de los 12 años, entonces los depredadores podrían pasar hasta 15 primaveras recogiendo jabón en polvo.
Por último, en lo relacionado a la incitación al suicidio, en el artículo 224 queda asentado que habrá bote para quien incite a menores de edad o “a quien no tenga capacidad para comprender el significado del hecho, a infringirse lesiones o realizar actos peligrosos para su salud”. Aunque no se específica cuánto tiempo se podría pasar tras las rejas en caso de andar instigando a hacer el “reto de la ballena azul” (por ejemplo), los legisladores señalaron que la pena será por el cargo de “tentativa de lesiones previstas”… y ya remitiéndonos al artículo que aborda este tipo de lesiones (el 207 del Código Penal de Estado), se puede verificar que las penas van desde unos cuantos meses, hasta varios años en prisión, dependiendo de qué tanto se puso en peligro la vida de la víctima.
Se espera que estas propuestas sean sometida a votación del Pleno en la sesión del próximo jueves.