A pesar de que LCD Soundsystem ya no existe, James Murphy se la vive inmerso en distintos proyectos, ya sea haciendo música a partir de los juegos del abierto de tenis de EE.UU. remixeando y regalando esos tracks o haciendo música para películas. Pero aún con todos estos logros, hay un proyecto que el músico ha ambicionado por años y no ha logrado: Subway Symphony.
¿En qué consiste este proyecto? La idea es simple, pero su realización es compleja: Cambiar el molesto y monótono “bip” de los torniquetes del metro, por un suave sonido que varíe en altura con cada vuelta, pero se mantenga dentro de una misma armonía, creando así un “sinfonía” bella y cambiante que dependa de la cantidad de gente y la velocidad con la que esta entra al metro.
Escúchenlo en palabras de la mente maestra detrás de esta idea:
Ahora ¿Por qué una idea tan bella no se ha llevado a cabo? En entrevista con The Wall Street Journal, el vocero de MTA (Metropolitan Transportation Authority) respondió a la petición de Murphy diciendo: “La ciudad no querría incapacitar temporalmente cada uno de los 3,289 torniquetes por un proyecto artístico.”
A pesar de la negativa, el músico neoyorquino unió fuerzas con Heineken para llamar atención sobre su proyecto -el cual presentó en 2011, pero lleva planeando 20 años- y lograr el objetivo de instalar los torniquetes en la primera estación para el final del verano.
Por desgracia MTA sigue sin dar su brazo a torcer y en entrevista explicaron por qué:
… como le hemos dicho muchas veces, no podemos hacerlo. Los tonos son un elemento ADA para los discapacitados visuales, y no nos vamos a meter con ellos y mucho menos poner torniquetes fuera de servicio y arriesgarnos a inhabilitarlos por un proyecto artístico. Sería un un proyecto genial, no me mal interpreten, pero no podemos meternos con torniquetes que atienden a 6 millones de usuarios diariamente por eso.
¿Qué les parece? ¿Creen que vale la pena este cambio o que el beneficio y la instalación artística no son suficiente pretexto?
Vía Consequence of Sound