Por diferencia de un voto, este martes la Suprema Corte de Estados Unidos determinó que los padres de Sergio Adrián Hernández Güereca, un adolescente que fue asesinado en el 2010 por un oficial de la patrulla fronteriza a los 15 años, no podrán demandar por daños.
10 años después…
La historia
Sergio Adrián era un joven mexicano de 15 años que estaba jugando con tres de sus amigos en el lecho del Río Bravo, mismo que separa Estados Unidos y México (El Paso-Ciudad Juárez).
Corrían de un lado a otro de la frontera. Precisamente por cruzar la frontera de manera ilegal, el agente Jesús Mesa arrestó a uno de los jóvenes. Sergio logró escapar y corrió al lado de Juárez.
Por esto el agente sacó y disparó matando al adolescente con un disparo en la cabeza.
Las autoridades estadounidenses argumentaron que el oficial disparó en defensa propia ya que le estaban arrojando piedras y Sergio pertenecía a un grupo contrabandista. Sin embargo poco tiempo después un video mostró que en realidad no lo estaban atacando, que el joven estaba desarmado y que nunca arrojó nada.
Después de que México acusara al oficial de homicidio solicitando su extradición, misma que fue rechazada, varios tribunales desestimaron las demandas presentadas por los padres, postura que quedó firme este martes por la Suprema Corte gringa.
¿Por qué no podrán demandar?
Cuando Sergio murió estaba en territorio mexicano, por lo tanto no estaba protegido por leyes estadounidenses contra el uso de la fuerza.
El presidente de la Corte, John Roberts, reveló que las investigaciones apuntan a que el oficial Mesa no violó las normas de la institución.
Si el adolescente hubiera estado en Texas, la familia habría podido demandar.