El británico Chris Brich no encuentra una explicación más convincente a los cambios que últimamente ha sufrido: de pesar 120 kilos, beber tarros de cerveza como los campeones y ser un super aficionado al rugby… ahora digamos que tiene otros intereses, por ejemplo, atender una estética.
Sin embargo, el razonamiento del inglés, aunque ilógico, ha sido fundado en casos similares y en la ciencia, ya que un accidente cerebrovascular lo que ocasiona es que el abastecimiento de sangre y oxígeno al cerebro se vea interrumpido, lo que da como resultado que una o varias regiones del cerebro corran el riesgo de quedar destruidas debido a la muerte cerebral, lo que puede afectar la forma en que una persona piensa, se mueve o siente.
Así, por ejemplo, Tommy McHugh de ser un albañil tras sufrir un accidente cerebrovascular en 2001, ahora es un artista, escultor y poeta. Mismo fue el caso de Debbie McCann, quien a pesar de ser oriunda de Glasgow, después de un accidente de este tipo comenzó a hablar con acento italiano.
Pero, ¿cómo fue que ocurrió la transformación de nuestro singular personaje?, el mismo responde: “Un día estaba haciendo una voltereta en una loma y el abastecimiento de sangre a mi cerebro quedó interrumpido… después cuando estaba recuperándome… el Chris que yo conocía había desaparecido y un nuevo Chris surgió de la nada. Entonces me di cuenta de que el ataque me volvió gay”.
Tan controvertido tema ha hecho que algunos expertos cuestionen que un accidente cerebrovascular pueda tener un impacto en la sexualidad humana. Las opiniones son divididas, pero no conclusas: “La evidencia disponible en las ciencias biológicas … sugiere que la sexualidad es algo con lo cual se nace y que más tarde se desarrolla a lo largo de la vida … En ocasiones es necesario que ocurra algún evento neurológico, que nos haga revaluar sentimientos que quizás permanecen durmientes y que vuelven a nuestro consciente”, declaró el doctor Qazi Rahman, de la Universidad Queen Mary, de Londres, especialista en orientación sexual humana.
Mientras se explica qué exactamente le sucedió, el buen Chris sigue descubriéndose y gozando la vida: “Ahora soy más feliz que nunca, ¿por qué querría cambiar lo que soy?” afirmó.