Este jueves, durante la marcha del orgullo gay en Jerusalén, seis personas fueron acuchilladas por un sujeto con vestimenta afín al judaísmo ultraortodoxo.
El nombre del atacante es Yishaï Schlissel, según él los agredió porque este tipo de manifestaciones van en contra de los preceptos de la Torá.
Schlissel ya había sido detenido en el 2005, por el mismo cargo, tras cumplir diez años de condena y ser liberado hace tres días decidió repetir su intolerante hazaña. Afortunadamente, el sujeto fue detenido antes de que pudiera atacar más gente.
Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, consideró que el ataque es “un detestable crimen de odio”. “Su autor será juzgado. El Estado de Israel respeta la libertad privada de cada persona, que es uno de los principios fundamentales en vigor en nuestro país”, dijo.
Esto contrasta con la declaración de activistas por los derechos LGBTTTI en Jerusalén como Tom King, quien denunció que hay una campaña de odio desde hace años y contra la cual las autoridades no hacen nada, al punto que los organizadores de la marcha habían elegido un recorrido que evitaba los barrios ultraortodoxos de la ciudad.
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