Esta es una de las historias que nos hacen pensar en un mundo enfermo y triste. Por medio de redes sociales se hizo viral la historia de un perrito boxer, una usuaria narra que el animalito llegó a casa de su hermano, quien lo bañó y le puso una chamarra para que no pasara frío. Como el perrito era de la calle, lo nombraron Miguel, le construyeron una casa de madera y le daban de comer, por lo que el perrito regresaba todos los días.

Sin embargo, un día no regresó. Encontraron su cuerpo.

La madrugada del 1º de enero el hocico de Miguel estalló por varios petardos, aún no se sabe si fue un accidente, si alguien amarró los petardos a la cabeza del perrito, etc. Sin embargo, debido a que las nuevas normas legislativas del estado de San Luis Potosí –estado en donde ocurrió todo- el maltrato animal está considerado como un delito, la Fiscalía General del Estado ya se encuentra investigando para dar con los responsables y sancionarlos.

En este sentido, el director de Ecología de San Luis Potosí, Israel Esparza Rodríguez, informó que ya se habían enviado inspectores al lugar del acontecimiento para levantar las actas del suceso, limpiar el área, así como recoger el cuerpo del animal.

Explicó además que ya se realizaron los primeros informes a partir de los testimonios de los vecinos de este acto “reprobable”, por lo que señaló que el Gobierno Municipal no va a ser responsable de ningún tipo de agresión en donde se maltrate la vida de un ser vivo.


Por medio de la plataforma Change.org se inició una petición para que se haga justicia por la muerte de Miguel, quien fue encontrado con una cuerda verde amarrada en su cuello, situación que podría indicar que lo mataron. Al momento de publicación de esta nota, ya habían firmado más de 93 mil personas.

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