La Cámara del Consejo de Venecia, en Italia, sufrió esta semana una pequeña probadita de la bellísima coincidencia cósmica llamada karma instantáneo. Mientras el mundo entero hace su mejor imitación de Nelson Muntz, los políticos italianos están recogiendo el desastre: literal, tan solo unos minutos después de que negaran el cambio climático se les inundó el changarro.
Las autoridades venecianas estaban discutiendo adoptar nuevas medidas contra la crisis climática que se avecina y… ¡ZAZ! Se les hizo agua la Cámara justo después de que votaran por no hacerlo.
Esta semana, Venecia está enfrentando la peor inundación en más de 50 años. El gobierno estima millones de euros en pérdidas económicas y ya ni hablemos de los daños materiales —o culturales— de los edificios históricos que han salido dañados por este fenómeno climático conocido como “Acqua alta”, que sucede cada año pero en este 2019 alcanzó niveles insospechados.
Calcúlenle que el agua alcanzó los 187 centímetros de altura.
“Irónicamente la Cámara del Consejo de la región de Veneto (donde está Venecia) se inundó tan solo dos minutos después de que la mayoría de los miembros de los partidos conservadores rechazaran nuestras propuestas para enfrentar el cambio climático”, señaló Andrea Zanoni, el consejal que había presentado las ideas y que, en sus redes sociales, terminó por balconear la seriedad de la inundación.
Las propuestas de este martes incluían cambiar la gasolina de los autobuses por combustibles menos contaminantes, reducir el uso de plástico en el gobierno y financiar energías renovables. “No hay imagen más significativa que el agua que inundando el lugar”, escribió el político.
Desde hace algunos años, Venecia tiene en marcha un plan de seguridad hidrológica que ha costado más de 2 mil 600 millones de euros, pero todavía falta mucho por avanzar.