En el último índice de percepción de corrupción que organizó Transparencia Internacional, México tenía el nada honroso lugar 135. Por su parte, Kenia rondaba el lugar 143. Después de las noticias de hoy, podemos sacar cuentas y casi apostar que un país segurito ya nos rebasó. Este lunes, en un gigantesco operativo, más de 50 oficiales y altos ejecutivos fueron arrestados por acusaciones de corrupción que alcanzarían los 100 millones de dólares. 

De acuerdo a The Guardian, la prensa keniana llevaba semanas con noticias de primera plana y las redes sociales andaban encendidas pidiendo consecuencias para los involucrados en los escándalos. Este fin de semana, pese a la aparente resistencia del actual presidente, la fiscalía del país africano cumplió con las promesas.

El escándalo en turno, está enfocado en el National Youth Service, una institución paramilitar que entrena a jóvenes kenianos para después ofrecerles trabajo en diferentes áreas. Esta propuesta era el buque insignia del presidente, Uhuru Kenyatta, contra el desempleo juvenil. Uno de los ejemplos de la corrupción dentro del programa es que los recibos dicen que se pagaron 10 millones de dólares de carne para darle de comer a los jóvenes, si ‘se sacan bien las cuentas’ —marca registrada de EPN— significaría que cada keniano comió 66 kilos de carne al día. 

Entre los 50 arrestados está el director del programa, una docena de altos oficiales y cuatro miembros de la familia Ngirita, una poderosa familia de empresarios kenianos. De acuerdo a la fiscalía, los cargos van desde lavado de dinero, falsificación de documentos y abusos de autoridad, hasta el robo de fondos públicos.

Según el diario inglés, Uhuru Kenyatta, el presidente que el año pasado ganó —con controversias— un segundo ciclo al frente del país no había hecho nada para contrarrestar la corrupción en su país. Ahora, hasta salió a declarar que tendrá mano firme ante cualquier escándalo de este tipo.

Esta detención de 50 personas, aunque significativa, no significa que los problemas de corrupción en Kenia desaparecieron. Eso sí, es un paso en la dirección correcta.

Además de los problemas con los programas juveniles, en los últimos meses, el país africano ha visto problemas por contratos millonarios en su versión de la Comisión Federal de Electricidad. También, tienen unos 30 millones perdidos en los proyectos agricultores de cereales y un reporte de hace unos meses dijo que el presidente actual no ha dicho donde están 400 millones de dólares. 

Según The GuardianKenia pierde un tercio de todo su presupuesto en corrupción. El problema ha sido tan grande que hasta el criticado presidente ya dijo que es “un problema de seguridad nacional”. 

Después de estos arrestos y nuevas políticas en Kenia, queda un espíritu de sentimientos encontrados. Qué satisfacción que la corrupción tenga consecuencias en el mundo, qué gacho que no toque por acá.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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