Diferente a lo que hicieron otros políticos alrededor del mundo, que el Año Nuevo lo recibieron con mensajes llenos de amor y paz que ni ellos se los creen, el líder de Corea del Norte soltó las cosas como son: si la gente ya lo conoce, ¿para qué iba a decir que todo va a ser maravilloso en 2018? Nahhh. De una vez, para que no haya sorpresas.
“Todo Estados Unidos está al alcance de nuestras armas nucleares y hay un botón nuclear siempre en mi escritorio. Esta es la realidad, no una amenaza”, dijo Kim Jong-un, quien en su mensaje de año nuevo no perdió tiempo echándose discursos melosos y predecibles, sino que optó por informar sobre el estado del armamento del país y cómo pretende utilizarlo… bueno, también bastante predecible el líder norcoreano.
Al presumir que cumplió su propósito de 2017, ya que se completó la fuerza nuclear que se tenía prevista, Kim aseguró que todo su poder nuclear y balístico sólo será utilizado en caso de que la seguridad de su país se vea amenazada. ¿Y entonces ya no producirán más misiles? No exactamente. Más bien ya tienen la receta y ahora a lo que se dedicará es a la producción masiva de misiles y armas atómicas.
Pero bueno, no todo fue tan sombrío en el mensaje televisado con motivo del inicio del 2018. Luego de sus tradicionales amenazas a Washington, Kim Jong-un se mostró un tanto buena onda y abrió la posibilidad de que gente de Corea del Norte participe en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno, los cuales se celebrarán este año en Corea del Sur. Incluso, señaló que las relaciones entre las dos Coreas deberían mejorar… y claro, esto sólo ocurrirá si el vecino sureño deja de realizar maniobras conjuntas con Estados Unidos.
En fin, como se ve el asunto, si 2017 estuvo repleto de tentativas de ataque de Estados Unidos y Norcorea, este 2018 no pinta para estar menos lleno de amenazas bélicas. Recordemos que, pese a las diversas sanciones que le impuso la ONU, el gobierno norcoreano realizó varias pruebas armamentísticas, llegando a concluir que cualquiera de sus misiles tiene la capacidad de atacar el punto de Estados Unidos que deseen.