Todos hemos vivido la incomoda y desagradable situación de estar cerca de alguien cuando estornuda estrepitosamente, y sentir, casi al instante, esa brisita que nos confirma que fuimos alcanzados por la desagradable turbulencia.
Y es que hay estornudos tan fuertes, que cuando nos llegan parece como si estuviéramos recibiendo el aire de la Rosa de Guadalupe (no se hagan los rockeros-cultos-revolucionarios, por lo menos alguna vez han visto el programa).
Incluso ocurre que estamos lejos del estornudo en cuestión y somos alcanzados por sus ondas expansivas. Entonces… ¿qué tan lejos pueden llegar los salivazos y el viento del estornudo?
Cuando estornudamos se forma una nube integrada por gotas, aire, virus y de más cosas que guardamos en nuestro interior. Sin embargo, esta nube es invisible al ojo humano, por lo que no tenemos una idea muy clara de su alcance, ni del porque los estornudos y la tos son una manera altamente efectiva de contagio.
Para dimensionar la distancia que recorre un estornudo, un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) realizaron una animación en la que encontraron que las gotas de saliva y partículas que expulsamos interactúan entre sí y con el aire del ambiente, conformando una nube que puede llegar 200 veces más lejos de lo habitual. Y es que en otras circunstancias estas gotas sólo se mueven como grupos de partículas inconexas. Antes se pensaba que las partículas de un estornudo sólo alcanzaban los 60 centímetros, pero ahora sabemos que superan los dos metros.
“La nube entra en ambiente con el aire y continúa creciendo y mezclándose. Pero mientras la nube crece, pierde velocidad, y por ende es menos capaz de soltar las gotas que contiene. Por eso no puedes modelar esto como gotas aisladas moviéndose como una bala”, comentó Lydia Bourouiba, Profesora Asistente del Departamento Civil y de Ingeniería Ambiental del MIT.
Aquí la animación basada en modelos matemáticos y simulaciones de laboratorio, que forma parte del documento Violent expiratory events: on coughing and sneezing, que fue publicado en el Journal of Fluid Mechanics:
Ok, ya vimos que un estornudo y los virus que viajan en él, puede alcanzarnos a pesar de no estar tan cerca. La mala noticia es que este alcance se magnifica en los sitios que cuentan con sistemas de ventilación y aire acondicionado. ¿Te ha pasado que alguien en tu oficina se enferma, y a los pocos días todos se contagian? Pues es probable que esta sea la causa.
Por lo pronto, la mejor forma de evitar propagar nuestras babas y enfermedades es tapar el estornudo con el codo o el hombro, tal y como aprendimos en los tiempos de la influenza.