Cada año, la crema y nata del arte, la política, la economía y el deporte europeo se congregan para un pomposo y prestigioso evento: El Baile de la Ópera de Viena, o Baile de bailes, como también se le conoce, que es considerado el clímax del carnaval austriaco.
Los boletos para este bailongo elegante al que pueden acudir sólo 5,150 personas, se venden con mucha anticipación y no son nada económicos pues la entrada más barata cuesta 250 euros (y ni siquiera tienes derecho a un asiento). Si quieres ocupar el palco más caro, con capacidad de 8 a 10 personas, se deben desembolsar 18,500 euros. Además debes ir vestido de Frac y las mujeres de vestido largo.
Sin embargo, en la edición de ese año la nota no la dieron los precios del evento o todo el glamour que hay alrededor del bailongo. En cambio la noticia para la prensa fue el escote de Elisabetta Canalis.
¿Y ella quién es o qué?
Nosotros nos preguntamos lo mismo, luego nos enteramos que es una actriz italiana de cine y televisión, mejor conocida por ser la ex de George Clooney (anduvo con él del 2009 al 2011). Aquí unas fotos sabrosas por si no la ubican:
Lo que sea de cada quien, George Clooney se atendía bien.
Pues esta mujer, que la verdad no está de malos bigotes, fue una de las asistentes al agasajo y lo hizo como acompañante de Richard Lugner, un famoso constructor vienés que cada año le paga el boleto a una celebridad para que lo acompañe. Aquí lo vemos muy divertido en el 2011:
Y como ya dijimos unos párrafos antes, para este año, la elegida fue doña Elisabetta, quien vistió un modelo rojo de la diseñadora Vivienne Westwooddio.
Durante el baile nice todo era risa y diversión, y la cosa se puso mejor cuando los muchos fotógrafos que se encontraban en el lugar descubrieron que el vestido de la ex de Clooney no se quedaba en su lugar. Y así, aprovechando que estaba en la ópera, la actriz dio el Do de pecho:
Cuando Don Richard se dio cuenta no pudo evitar ponerse jacarandoso:
Hasta los ojitos le brillaban y se puso rojo. De hecho en esta foto podemos ver como atrás hay varios caballeros disfrutando con alegría el show:
El señor de atrás también estaba echándose su taco de ojo:
Cuando Elisabetta descubrió que andaba promocionando las pechugas se sosegó un poco.
Para evitar broncas mejor fue a sentarse con su acompañante, e hizo bien, porque Don Richard ya andaba al borde del ataque cardíaco, y a su edad esas emociones pueden resultar fatales. Sin embargo, ni ahí se estuvo quieto:
No sabemos si quería andar de tentón, o si le estaba avisando a la damisela del descuido:
Al final Don Richard terminó vivo y no se le paró el corazón, o quién sabe. Lo cierto es que disfrutó como nadie el bailongo y para él, cada centavo invertido valió la pena.
Muchos dicen que todo el numerito fue planeado a propósito por Elisabetta para llamar la atención. Pero la verdad eso nos da igual.
Al Batman-George Clooney no le gustó esto:
