El preconcepto que se tiene de varios personajes, sumado a la urgencia que se tiene de comentar por convivir, da como resultado penosas situaciones. Ejemplo: lo pasado con Cristiano Ronaldo, a quien muchos le adjudicaron su nuevo corte de cabello presentado el pasado domingo a una moda reguetonera, sin embargo, luego nos enteramos que el estilacho tenía un significado harto plausible… y ahora con el presidente uruguayo, José Mujica.
No es que “Pepe” Mujica cambiara su look, pero el concepto buena onda y humilde que mucha gente tiene de él, hizo que se creyera que una foto en la que aparece medio apachurrado y sentado en un banquito que parece del Seguro Social con pose de “quisiera estar muerto”, se presentara como la última visita de Mujica a un hospital popular… y no para inaugurarlo, sino para esperar su turno y recibir atención “como un ciudadano más”.
No obstante, esa no es la historia… la imagen fue realmente tomada en diciembre durante la toma de protesta del Ministro de Económica uruguayo, Mario Bergara –sí, con “B”- a la que “Pepe” acudió de chanclas y pantalones brinca-charcos, ya que los calores en las tierras pampas en esa época son bárbaros.
Contrario al efecto que ahora tuvo, en su momento la fotografía fue objeto de críticas por la manera en que el presidente se apareció en un acto protocolario… aunque al cotorrón y popular Mujica no le importó mucho y, sabemos, continúa asistiendo a eventos relacionados a su investidura de la forma más cómoda posible. Pus total, para qué arreglarse si nomás se encuentra con puro líder mundial.