La votación fue abrumadora: de los 138 países sólo nueve votaron en contra y 41 se abstuvieron. Entre los países que votaron sí, se encuentran Francia y Suiza, España y Portugal. Alemania y el Reino Unido se abstuvieron y Estados Unidos votó no. Nunca antes se había visto Estados Unidos tan solo en una votación.
Representa un paso muy significante para el Estado de Palestina, lo convierte de zona en conflicto a un Estado ocupado y esto definitivamente puede incidir en las negociaciones con Israel. La resolución además otorga soberanía a los palestinos sobre el territorio ocupado por Israel y deja de manifiesto que las naciones que votaron sí ven muy lejos las decisiones tomadas hace 65 años, resultados de la culpa post Segunda Guerra Mundial.
Mahmoud Abbas máxima autoridad en Palestina dijo antes de la votación que “la Asamblea general estaba llamada a otorgar un certificado de nacimiento a Palestina” (lo mismo que se dijo del Estado de Israel hace 65 años) y que ésta era la última oportunidad para darle solución al problema entre Israel y Palestina. Agregó que la gente, en el ahora Estado Observador “había sido testigo de asaltos militares sin precedentes, bloqueos, asentamientos y limpieza étnica […] el momento ha llegado para que el mundo diga de manera clara «basta de agresión, ocupación y asentamientos»”
Ron Prosor, embajador de Israel frente a la ONU, que habló luego de Abbas, dijo que “hoy los palestinos les estaban dando la espalda a la paz. No dejen que la historia recuerde el día de hoy como el día que en que la ONU los respaldó en su marcha por el sinsentido”.
Susan E. Rice, la embajadora estadounidense trató de minimizar lo que a todas luces es un reconocimiento importantísimo y aseguró que “mañana los palestinos se levantarán y se darán cuenta que poco ha cambiado en sus vidas” y que pronto “los grandes pronunciamientos se desvanecerán”.
La votación llegó luego de ocho días de asalto militar intenso por parte de Israel a la región de Gaza, zona que representa el 40% de Palestina, y que se encuentra en control del grupo Hamas.
Una de las mayores preocupaciones de Israel es que Palestina use su nuevo grado para tratar de unirse a la Corte Criminal Internacional pues podrían presionar para dar inicio a una investigación de los actos israelíes en los territorios ocupados.
Si bien es cierto que no mucho ha cambiado en el terreno político inmediato (el status de Palestina es ahora equiparable al del Vaticano) es cierto que simbólicamente es una victoria relevante. Esto no quiere decir que las negociaciones futuras entre Palestina e Israel sean más fáciles, incluso, si Israel ve la votación como una afrenta directa, podrían complicarse. Pero la resolución ha sido un paso que los palestinos han buscado desesperadamente y las Naciones Unidas ahora se ven más presionadas para propiciar una solución pacífica.
***vía The New York Times y El País