Ayer lunes, como parte de la comitiva que acompañó al Papa Francisco a Chiapas, Ernesto Nemer, subsecretario de Desarrollo Social y Humano (Sedesol) visitó San Cristóbal de las Casas sin imaginar que horas después sería trolleado duramente en las redes sociales.
¿Pues qué hizo? Aquí la explicación en tres actos:
PRIMER ACTO: Ernesto Nemer aprovechó su estancia en San Cristóbal de las Casas para que le bolearan los zapatos mientras tomaba un café.
SEGUNDO ACTO: El encargado de bolearle los zapatos fue “Angelito”, su bolerito de confianza, de quién al parecer el subsecretario es cliente asiduo.
TERCER ACTO: Para que vean que alivianado es, Nemer se tomó una foto con Angelito y la subió a Twitter. En cuestión de minutos esa publicación comenzó a recibir varias críticas y burlas, muchas de ellas con el hashtag #BolearaMéxico.
¿Qué nombre le pondrían a la obra?
Resulta que ese tuit (que por supuesto ya fue borrado) no fue bien visto, pues para muchas personas este acto demuestra que el subsecretario ve normal que un niño trabaje, algo que no está permitido por la ley y que tampoco debería ser moralmente aceptado.
Quizá la intención original de Nemer al tomar esta foto no fue la de exhibir al niño ni hacer referencia del trabajo infantil, pero lo cierto es que en su posición de subsecretario de la Sedesol debería tener más sensibilidad en estos temas, y claro, contribuir desde su trinchera para disminuir este problema. Recordemos que la necesidad hace que miles de niños en nuestro país tengan que salir a ganarse la vida cada día, dejando de lado los estudios y su propia niñez.
Como dicen en los programas para señoras de esos que conduce la economista Andrea Legarreta: La mejor opinión la tienen ustedes en casita.