Cristina Kirchner, presidenta argentina, comienza la última etapa de su segundo gobierno que termina en 2015, con el poder acotado, tras haber sido derrotada en los mayores distritos en las legislativas del domingo, aunque conserva la mayoría en el Congreso.
Unos 30 millones de argentinos acudieron este domingo a las urnas para renovar casi la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
La derrota oficial podría resumirse en dos resultados: el kirchnerismo fue azotado en las urnas por Sergio Massa y perdió los dos senadores que tenía en la Capital Federal.
Lo más destacado de esta elección es que dividió el kirchnerismo, la mandataria perdió una parte de los 11 millones de votos con los que fue reelegida en 2011 con el 54%, si se comparan los resultados de esta votación con la que llevó a Cristina Kirchner a su segundo mandato como presidente en 2011. Massa, el antiguo integrante de los jóvenes cristinistas de 2007, se convirtió en el más deslumbrante candidato presidencial para para 2015, con un fuerte golpe al kirchnerismo con un 43,92% de la votación.
Pero aunque el oficialismo pierda el control del Congreso, seguirá siendo la primera minoría en ambas cámaras.
En una entrevista reciente, la mandataria admitió que el plan de la pareja era alternarse en el poder y que si su marido hubiera estado vivo, habría sido el candidato del Frente para la Victoria (FPV, nombre oficial del partido kirchnerista) en 2011.
Ni siquiera la enfermedad de la Presidenta, que empujó hacia arriba sus índices de imagen positiva, sirvió para mejorar la elección. La primera reflexión es que el Frente para la Victoria fue el partido más votado y la segunda consideración fue aclarar que el oficialismo conservará la mayoría en las dos cámaras del Congreso.