Fácil llegó y así tenía que irse…
Tras la repentina muerte de He Pingping, quien hasta 2010 ostentaba el título Guinness del “Hombre más Pequeño del Mundo”, se inició la búsqueda por quién ocupara el pequeño trono: el elegido fue Edward Hernández, quien de la noche a la mañana se convirtió en toda una celebridad, incluso hasta lo recibió el presidente de su país… pero, la suerte no fue tan buena.
Hasta 2010 Edward Hernández era un perfecto desconocido, ni en los barrios de Bogotá, Colombia -de donde es originario- sabían quién era… pero sus 69 centímetros de altura lo llevaron a “las alturas” y en ese año fue nombrado “El hombre más pequeño del Mundo”: “Fui tan feliz, casi lloré. Era el hombre más pequeño del mundo”, recuerda Hernández.
Desgraciadamente, el título concedido por los célebres récords Guinness fue efímero: sólo seis semanas después, Edward fue desbancado por Khagendra Thapa Magar de Nepal y con sólo dos centímetros menos: 67 centímetros… hoy en día ni siquiera Khagendra tiene el título, ahora le pertenece al filipino de 60 centímetros, Junrey Balawing, quien aquí aparece haciendo el baile de la victoria:
Pero bueno, en los intentos del colombiano para aceptar de nuevo ser “uno más” cuenta con el apoyo de familia y amigos… aunque quiere más: El olvidado hombre más pequeño del mundo –que por cierto da presentaciones todavía presumiendo ese título- sueña con conseguirse una novia y dirigir un Jeep.
Mientras espera que se cumplan sus deseos, Edward sigue dando shows, los cuales son producidos por uno de sus amigos y con los que gana cerca de 85 dólares por presentación.