Hace ya un año y casi dos meses que se lanzó la negra acusación al aire: Julian Assange supuestamente había abusado de dos mujeres en agosto del 2010, en su visita a Estocolmo.

Desde entonces –421 días– el hombre que fuera la cabeza de Wikileaks ha estado bajo arresto domiciliario, donde poco a poco se han ido apagando las esperanzas de salir libre de este problema.

Hoy se vivió lo que podríamos llamar, la batalla final. Luego de que el 24 de Febrero del año anterior un juez concediera la extradición de Assange a Suecia, el proceso ha tenido muchas vueltas y ajustes que han mantenido a Assange en una mansión en Londres hasta finales del año pasado.

Para noviembre se había dado luz verde a la extradición, pero una apelación le concedió una última oportunidad de acudir al Máximo Tribunal Británico. Hoy, hace unas horas se desempeñó la primera de dos sesiones en las que la abogada de Assange, Dinah Rose, se enfrentó a Clare Montgomery, representante del gobierno sueco.

A los costados de Assange caminaron Vaughan Smith, dueño de la mansión que lo albergó, y Kristinn Hrafnsson, nuevo responsable de Wikileaks, mientras una multitud afuera apoyaba al exhacker más odiado por la unión americana. En el público alguien cantaba “I shall be released” de Bob Dylan.

Dentro, la abogada de Assange basó su defensa en cuestionar la capacidad de la Fiscalía de Estocolmo para emitir órdenes de extradición. Según el argumento de la defensa, este funcionario no tiene la autoridad judicial para extender semejante orden.

Sin embargo, este argumento ha sido empleado desde el inicio del proceso judicial de Assange en diciembre del 2010, y ha sido rechazado ya por dos tribunales.

Mañana continuará este encuentro dramático, y no será hasta dentro de un par de semanas cuando los siete jueces que presiden este caso decidan cuál será el destino de Assange.

Mucho se ha hablado de que en caso de que esto no funcione, Assange acudirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo. La mala noticia es que si el Trinunal Británico dicta su extradición en unas semanas, Assange tendría que cumplir esa sentencia en los siguientes diez días.

Siendo ese el caso, como recordarán, Julian Assange corre un gran riesgo de ser nuevamente extraditado, ahora a Los Estados Unidos, pues “Suecia tiene un acuerdo bilateral con los Estados Unidos que permitiría entregarles a Julian Assange, sin tener que pasar por las pruebas y estándares regulares, para un proceso de extradición”.

Además de esto, hay otros tres puntos de la defensa en contra de la extradición que sería importante resaltar:

a) No se ha levantado ningún cargo en contra de Julian Assange.

b) Hay mecanismos estándar estadounidenses (como el de Asistencia Legal Mutua) que harían que Julian Assange tuviera que responder cualquier pregunta que el gobierno Sueco pudiera tener. Esta es una manera desproporcionada y abusiva de usar los procesos de extradición.

c) La ley de extradición requiere de una “autoridad judicial” (por ejemplo, un juez u otro órgano independiente) para emitir una orden de extradición, a fin de mantener la separación entre el ejecutivo y el judicial. Es un abuso permitir que los fiscales, agentes de inteligencia u otros funcionarios que no son independientes a los procedimientos de emisión, extiendan una orden de extradición.

Profundizando un poco más en el argumento de la defensa de Assange, vale la pena mencionar que aunque los fiscales suecos alegan que los acuerdos bilaterales entre Suecia y Estados Unidos prohiben la extradición por motivos político-militares, la decisión final al respecto estaría en manos del ejecutivo, quien podría emitir la orden por cargos que no serían abiertamente políticos, seguramente, con todas la iniciativas actuales sobre los delitos informáticos, encontrarían un pretexto tan perfecto para traer a Assange a las garras norteamericanas, que podrían refundirlo en prisión o hasta ejecutarlo.

Para quienes quieran enterarse más de cómo va el caso Assange, para quienes decidan no olvidar su desafortunada situación un año después del boom internacional, les dejamos aquí la página en donde podrán leer más al respecto.

Creemos que vale la pena tomarse unos minutos para interesarnos por aquellos que de alguna u otra forma, están luchando por los derechos –a la información en este caso– de todos, aún cuando no nos conocen.

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