Hay distintos alimentos que consumimos frecuentemente pero que nos provocan efectos secundarios, sin que sepamos bien por qué. El olor que los espárragos le dan a nuestra orina o que la cebolla nos haga llorar, son cosas que aceptamos aunque no tenemos idea de su causa.
Un profesor de Química británico, preocupado por acabar con la ignorancia de sus alumnos de secundaria, realizó una serie de infografías en las que abordó los efectos que nos producen ciertos alimentos. Con estos materiales, pretendía facilitarle el aprendizaje de esta materia a sus educandos, y de pasó, resolver algunos “misterios” de nuestra vida cotidiana.
Esta serie de imágenes fueron subidas a la red y han tenido gran éxito, pues explican de forma clara cómo la química está detrás de las cosas que nos rodean cotidianamente.
Y es que, aunque se dice que los alimentos químicos son los que están procesados, la realidad es muy diferente, así lo mencionó este profesor a DailyMail:
“A veces la química tiene una muy mala reputación. A menudo la palabra ‘productos químicos’ se usa para denotar algo malo. Quiero demostrar que de hecho, todo son productos químicos, algunos alimentos que comemos son los responsables de algunos efectos secundarios muy interesantes”.
La química no siempre tiene que ser aburrida. Para muestra, veamos algunas de las infografías de este profesor alivianado, acompañadas de algunos datos curiosos sobre los alimentos que comemos a diario:
Empezamos con los espárragos, que hacen que la orina de algunas personas huela de forma peculiar. Esto provocó que los científicos busquen qué compuestos químicos son los responsables del apestadero. Si bien no se ha dado un veredicto final, se piensa que el aroma es provocado por la descomposición del ácido asparagúsico. Esta sustancia se metaboliza en el cuerpo y produce compuestos volátiles como dimetil sulfóxido y sulfona de dimetilo en la orina de aquellos que consumen estos vegetales.
Este efecto no es universal, pues una investigación mostró que 2 de cada 31 personas no detectaron variación alguna en el olor de su orina después de comer espárragos.
Este químico también brindó una explicación sobre por qué los humanos lloran al cortar una cebolla. Esto es porque las células que componen las paredes de las cebollas al ser dañadas, producen como mecanismo de defensa una enzima que genera compuestos irritantes.
Otro compuesto generado por esta reacción, es el alil metil sulfuro, que podemos eliminar mediante la exhalación, provocando el típico “aliento de cebolla” que tanto disfrutan nuestras novias.
Otras dudas que nos saca (sin albur) este químico y sus infografías son: ¿Por qué el chocolate es tóxico para algunos perros?, ¿Por qué el chocolate es amargo o los limones amargos? (no, nos explican por qué estos últimos están están tan caros).
Por ejemplo, en el caso del limón, su sabor amargo se debe al ácido málico, un compuesto que también puede encontrarse en las cerezas y manzanas.
También se dice que para algunas personas, el cilantro tiene un sabor jabonoso. Y es que el aceite de sus hojas está conformado por 40 compuestos orgánicos distintos, incluyendo los aldehídos, que son responsables del olor y el sabor de esta hierba.
El que nos sepa o no a jabón, tiene que ver con la genética de algunas personas. De acuerdo a los científicos, un gen es el responsable de codificarle el sabor a los aldehídos.
¿Y el rumor de que la nuez moscada es un alucinógeno?
Pues es cierto, de hecho se ha utilizado para estos fines desde el siglo XVI. Y es que el uno por ciento de las nueces moscadas es miristicina, compuesto que en el hígado se descompone en MMDA, droga empatógena. Además, el consumo de estas nueces puede producir efectos indeseables en algunas personas, como vómitos , rubor y un ritmo cardíaco elevado.
Otro mito abordado por estas infografías, es que el consumo de toronja, junto al de algunos medicamentos, puede causar efectos nocivos como daño renal, descomposición de las fibras musculares o coágulos de sangre. Y es que algunos compuestos químicos de esta fruta pueden interferir en la acción que varios medicamentos recetados tienen en el cuerpo. Esto puede conducir a que se concentren altos niveles de fármacos en el torrente sanguíneo.
Aquí otras de sus infografías, pa’ que aprendamos un poco más:
Si así hubieran sido mis clases, sí hubiera aprendido…