La verdad es que esta noticia sí está de proporciones bíblicas… y si recuerdas los ríos de sangre que cubrieron Buenos Aires, podrías estar pensando que lees el Antiguo Testamento en lugar de Sopitas.com. Pero no es así: todo es real y está sucediendo en este 2020. Desde hace unas semanas se desató una gigantesca plaga de langostas en los campos de África y Medio Oriente que está poniendo en riesgo la vida de 20 millones de personas.
“La peor en más de 25 años y la más grave en 70 años para países como Kenya”, escribió la ONU esta semana para medirle el tamaño a la tragedia.
No hay duda de que las imágenes —que ya le están dando la vuelta al mundo— te enchinan la piel con solo un vistazo.
En África y Medio Oriente hay miles de millones de bichos voladores, con una buena cantidad de patas, cubriendo todo lo que te alcanza la vista. Son tantos que oscurecen el ambiente y no hay manera de esquivarlos. En Kenya, un grupo de langostas cubrió un área de 2 mil 400 kilómetros cuadrados, el equivalente a tapar tres veces la ciudad de Nueva York. Chale. Chale. Chale.
Sin embargo, lo más preocupante no es que te toquen… que sí está horrible, pero no es lo más gacho.
Para los que no estamos familiarizados con las langostas, resulta que estos mentados bichos comen más que tú en tu cruda: un grupo como el que está estacionado en Kenya —de 4 mil millones de insectos— llega a consumir lo mismo que 3 millones de personas en un día.
Así es: lo preocupante de esta plaga es que está amenazando seriamente la seguridad alimentaria del continente africano.
La cosa está tan grave que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura —FAO por sus siglas en inglés— tuvo que solicitar un préstamo de urgencia superior a los 138 millones de dólares. De acuerdo con la BBC, este dinero será usado para recuperar a los países afectados y otro tanto para detener el avance de las hambrientas langostas.
La revista Nature afirma que esta plaga se encuentra activa en Irán, Arabia Saudita, Yemen, Somalia, Etiopía, Sudán y por supuesto, el país más afectado, Kenya.
El problema empezó hace unas semanas pero la situación se está poniendo cada vez más canija y la necesidad de actuar se volvió imperante pues se estima que, a menos que se contenga la situación a la voz de újule, los números de langostas podrían multiplicarse exponencialmente durante los meses más calurosos.
Cómo es el mundo, ¿no? Mientras los países occidentales buscan solución para el coronavirus urgentemente, el continente africano lucha por detener una plaga de proporciones bíblicas.
¿Dónde se firma el change.org para que el 2020 le baje dos rayitas?