Las averiguaciones en torno al asalto a la joyería La Pequeña Suiza en el Centro Comercial Santa Fe han estado llenas de tropezones y caídas. Los dueños y trabajadores de la tienda no han sido los más cooperativos del mundo y sus cámaras no han sido lo más útil. Resulta que las dos cámaras colocadas afuera del edificio son falsas, son “nomás pa’ apantallar”.
Los dueños de la joyería aseguran que han sido robados relojes de alrededor de dos millones de pesos, pero hasta ahora no han entregado un inventario completo a la policía, por lo que no se cuenta con un estimado confiable.
No sólo eso, el representante legal no ha entregado los videos de seguridad que supuestamente grabaron a los asaltantes en plena acción. De acuerdo al Procurador General de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza:
“En las afueras de la joyería hay dos cámaras que se consideran de las inhibitorias, no graban nada de lo que sucede en las afueras de la joyería y las cámaras que tienen al interior de la misma aún no han sido proporcionadas a la Procuraduría capitalina dentro de la averiguación previa, así tampoco se ha establecido el monto total”
Uno pensaría que los más interesados en que se resuelva este caso son los dueños de la joyería, pero al parecer no es así. Si la policía se ha visto lenta, los dueños del negocio y la vigilancia del centro comercial los han acompañado en su lentitud.