Para que no extrañen, a pesar de que el Papa ya abandonó el país, les seguimos trayendo las últimas del de Argentina. Después de regañar a feligreses eufóricos, ahora arremete contra otro personaje que desde lejos se ve que es un completo hígado: nada menos que el precandidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump.
Por si no lo sabían, hace poco el excéntrico empresario acusó a Francisco de ser “una pieza al servicio del gobierno mexicano”… claro, en lo referente al tema migratorio. En pocas palabras, en lugar de ser Francisco un buen pastor (como se supone que es), para don Donald es sólo un “hombre político”.
Y bueno, como en México traían en friega al buen Papa, pues ni tiempo le dio de contestar oportunamente las sendas acusaciones “trumperas”… pero ahora, ya más descansadito y a bordo de la nave que lo lleva de México a Roma, se tomó su tiempo y contestó de la siguiente manera:
“Una persona que piensa solo en hacer muros, sea donde sea, y no tender puentes, no es cristiano. Eso no está en el evangelio”.
Con lo anterior, el ídolo de la política mexicana no quiso dar a entender que los católicos gringos deben dejar de votar por Trump (aunque bien que lo insinuó)… “Solo digo: este hombre no es cristiano si es que dice esto, hay que ver si dijo así las cosas, y doy el beneficio de la duda”.
En lo referente a su calidad de “hombre político”, Francisco sacó a relucir su conocimiento filosófico y comentó: “Gracias a Dios que dijo que yo soy político, porque Aristóteles define a la persona humana como un animal politicus. Al menos soy una persona humana. Y que soy un instrumento, quizás, no sé. Lo dejo al juicio de ustedes, de la gente”.
Otros temas tocados en la rueda de prensa ofrecida en pleno vuelo de regreso a Roma fueron la violencia en México y por qué no conceder audiencia a los familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.
Respecto a esto último, señaló que previo a su visita a México varios grupos le pidieron reunirse con víctimas de la violencia… pero estos evidenciaban estar “contrapuestos entre sí, [con] luchas internas (…) Entonces yo preferí decir que los iba a ver a todos en la misa de [Ciudad] Juárez o si preferían en alguna otra, pero que habría esa disponibilidad”.
Además, “era prácticamente imposible recibir a todos esos grupos, que por otro lado también estaban enfrentados entre ellos, es una situación que es difícil de comprender para mí que soy extranjero, ¿verdad?”