La fauna digital está llena de todo tipo de animales fantásticos. Sí, los “Millenial“ (etiqueta que la mercadotecnia usa para clasificar a los nacidos entre 1980 y el año 2000) convirtieron el entorno digital en ese pizarrón en donde escriben sus miedos, presumen sus logros y se conectan a través de sus preocupaciones políticas, es también el hábitat del troll, el lugar en donde las opiniones se lanzan detrás de un avatar y en donde el sinsentido se ha vuelto rey.
Esto no es malo ni bueno, Internet no salva, pero tampoco mata. Lo que se dice allá afuera (o aquí dentro), no es diferente de lo que se decía antes, pero eso sí, el formato cambia, las forma de relacionarse adquiere nuevas reglas y claro, no debemos nunca dejar de criticarlas.
Lo viral no había tenido una máscara más cómoda como las ilustraciones de Salles: el virus como agente infeccioso y que se esparce es el lugar perfecto para hacer humor y Salles lo sabe. Pocos habitantes de Internet escapan a la crítica de Cinismo Ilustrado, sentirse aludido es imposible, como lo es reconocer en esos dibujos lo mejor y lo peor de aquello de la selva digital.
La crítica de Salles es directa: la política, la religión, las redes sociales, el dinero, o el amor son los temas que el ilustrador pone en un escenario que incomodaría a cualquiera. Sus dibujos tienen el secreto de ser un mensaje simple pero contundente y esto hace que el virus se propague más eficazmente: ahí en donde alguien pone un estado de dos páginas en Facebook sobre el maltrato animal, ahí en donde se tuitea una selfie en el baño y ahí en donde los políticos quieren hacerse tus amigos con un hashtag, ahí se encuentra Salles, listo a crear una ilustración nueva en donde podremos ver por fin la desnudez del rey.
Salles ha publicado en Tumbona Cinismo Ilustrado, un libro que recopila y remasteriza por primera vez lo mejor de los primeros cinco años de este proyecto web.
Lo grandioso del libro no es solo las cínicas ilustraciones de Salles, sino también la inclusión de algunos de los más geniales comentarios de Facebook que han generado. Salles expone su trabajo en Internet y sabe que, una vez ahí, será enaltecido o descuartizado… en resumen, será comentado.
Los comentarios incluidos y las ilustraciones elegidas sacan varias risas ácidas, otras simplemente te harán perder la fe en la humanidad, pero todas tienen el valioso mérito de poner en ridículo nuestro mundo y no hay nada más productivo que eso.
Cinismo Ilustrado es parte de la “Colección Anfibios“ de la editorial Tumbona y lo pueden comprar por acá.