El Consejo Estatal de Elecciones de Wisconsin ha decidido ir adelante con el conteo de los votos sufragados en el estado el pasado 8 de noviembre. La iniciativa no fue propuesta por Hillary Clinton, candidata del Partido Demócrata, ni por gente de su equipo —aunque después se adscribieron a la petición— sino por la candidata del Partido Verde, la doctora Jill Stein.
El consejero general de la campaña de Clinton, Marc Elias, escribió a través de la plataforma Medium que, aunque se sumaban al esfuerzo de los ecologistas, estaban seguros que el resultado del proceso electoral no va a cambiar tras el recuento. La noticia, al parecer, no ha caído bien en el seno del presidente electo Donald Trump.
El empresario neoyorkino se ha manifestado en contra de esta medida —a pesar que durante la campaña amagó con recurrir al mismo proceso— asegurando que con esta iniciativa sólo se gastara mucho dinero y no cambiará el resultado de los comicios. El magnate, incluso, ha recurrido ha repetir las palabras que la exsecretaria de Estado pronunció al aceptar su triunfo en las elecciones.
¿Quién está detrás de la petición para realizar el recuento de votos en Wisconsin?
La candidata del Partido Verde, Jill Stein, quien llamó “protofascista” a Donald Trump y “reina de corrupción” a Hillary Clinton, además de ser una férrea crítica del sistema bipartidista de Estados Unidos. Después de que todo el proceso electoral estuviera plagado de incertidumbre ante un potencial ataque cibernético proveniente de Rusia, las elecciones se llevaron a cabo todavía con un dejo de suspicacia.
Después de que el académico J. Alexander Halderman, profesor de la Universidad de Michigan, diera con un extraño patrón de comportamiento en las preferencias de ciertos estados (Michigan, Pennsylvania y Wisconsin), solicitó que hubiera un recuento de votos. De acuerdo con el especialista, la única manera de conocer si existió algún ciberataque, es revisando las boletas y el equipo para votar.
El experto indicó que para tener acceso a esa evidencia era necesario que uno de los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos hiciera la petición. Stein le tomó la palabra y comenzó una campaña de donación para cubrir los costos del recuento que, de acuerdo con la revista Time, ha juntado hasta ahora cerca de 6 millones de dólares.
¿Qué es lo que las autoridades están realizando?
Los oficiales encargados de la investigación están examinando las boletas electorales para asegurarse de que el voto no fue contaminado por agentes externos. Las autoridades en Wisconsin han accedido a la petición, mientras que en otros estados todavía no se confirma esta decisión. De acuerdo con la publicación estadounidense, el personal de la Comisión Electoral ha decidido no exigir que el recuento se lleve a cabo manualmente.
¿Y esto podría revertir el triunfo electoral de Donald Trump? No. Definitivamente no, señalan los expertos. A pesar de que la contienda fue realmente cerrada y el margen de diferencia de votos entre Clinton y Trump es muy estrecha, los especialistas indican que probablemente no hay suficiente diferencia de sufragios entre ambos candidatos como para cambiar el resultado de la elección.
¿Qué ha dicho Donald Trump al respecto?
El presidente electo Donald Trump no ha tenido sino palabras de enojo en contra de las personas que han promocionado el recurso en su contra. A Hillary y su equipo los llamó perdedores y desmoralizados por sumarse al esfuerzo encabezado por Jill Stein, a quien llamó estafadora y oportunista, por ver una oportunidad para potenciar su carrera política en el recuento.
Hillary Clinton conceded the election when she called me just prior to the victory speech and after the results were in. Nothing will change
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 27 de noviembre de 2016
The Green Party scam to fill up their coffers by asking for impossible recounts is now being joined by the badly defeated & demoralized Dems
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 27 de noviembre de 2016
Trump is going to be our President. We owe him an open mind and the chance to lead.” So much time and money will be spent – same result! Sad
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 27 de noviembre de 2016