Pues sí, seguimos con el asunto de la nube de polvo del Sahara… ya que, aunque hace unos días el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) aclaró que el fenómeno no representa mayor peligro para la población, ayer Hugo López Gatell emitió unas cuantas recomendaciones. No vaya a ser…
Durante la conferencia que diario se echa por las tardes, el subsecretario de Salud fue cuestionado sobre la nube de polvo del Sahara. Y, sin el afán de alarmar, el funcionario que levanta suspiros entre las doñas señaló que la mentada nube podría aumentar la mortalidad de las personas que padecen alguna enfermedad respiratoria.
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¿Pos no que no era un riesgo?
Pues, en teoría, si alguien le da el jalón a la nube de polvo del Sahara, no pasaría de presentar algunas molestias… pero, claro, esto si tuviera buena salud. Ahora que si cuenta con alguna enfermedad respiratoria, como bronquitis, enfisema, EPOC o asma… incluso si sufre de alergias… ahí la cosa cambia. De acuerdo con López-Gatell, en esas personas el efecto negativo de la nube de polvo es mayor.
“Los polvos que viajan tiene un tamaño de entre de 2.5 y 10 micras, estas partículas respirables pueden entrar por nariz y boca y alojarse en tráquea, bronquios hasta llegar a los pulmones. Pueden incrementar la mortalidad en personas con enfermedades respiratorias crónicas y cardíacas”, explicó el funcionario.
Ahora bien, tampoco es para que sea el momento de estrellarse las cabezas unos contra otros o para que se lancen a comprar papel higiénico (quién sabe para qué, pero ya vimos que algunos tienen esa costumbre al verse en emergencia). Nomás es cuestión de tomar algunas medidas preventivas bastante fáciles de seguir: quédense en casa, mantengan las ventanas cerradas y no realicen actividades al aire libre. Y ya, nomás con eso.
De acuerdo con López-Gatell, la zona donde se dejará ver más el efecto de la nube de polvo del Sahara es el sureste del país, por lo que pidió que las anteriores recomendaciones sean seguidas, sobre todo, por la población de la Península de Yucatán. Y ya saben, si es necesario que salgan de casa, usar cubrebocas… por aquello del COVID-19 y, ahora, para evitar afectaciones por la nube de polvo.
Ante la llegada de polvo del Sahara recomendamos a la población del sureste del país que padece enfermedades respiratorias, permanecer en casa con las ventanas cerradas y una baja actividad física a fin de evitar la entrada de partículas a los pulmones.
— Hugo López-Gatell Ramírez (@HLGatell) June 25, 2020