Qué mejor lista para el supuesto fin del mudo que la de Ivan Nieblas llena de puro Rock.
Iván mejor conocido como “El Patas”, se ha dedicado al periodismo musical desde los 90, iniciándose como colaborador y columnista de la legendaria revista Banda Rockera, así como en su programa de radio. Ha incursionado en otras actividades musicales como booking agent, personal manager, DJ, organizador de conciertos, locutor, podcaster, y es guitarrista/cantante de las bandas El Diablo, 34-D y Black Overdrive. Hasta hace poco fue columnista y coordinador editorial de la revista R&R, en la cual estuvo por 6 años. Actualmente es invitado recurrente al programa Final De Partida de ForoTV; dirige su propio blog, ElPatas.Net; y es programador y locutor de la radio en línea Sopitas.FM.
Los discos favoritos del 2012 de El Patas son:
Corrosion of Conformity – Corrosion of Conformity
Esta legendaria banda, al igual que Metallica, ya tiene 30 años de existencia. Sólo que a diferencia de Metallica, siempre han hecho lo que les ha dado la gana. Comenzando como un trío de hardcore punk con influencias de Sabbath, convirtiéndose en quinteto metalero, pasando a cuarteto de stoner rock-sureño para regresar a la formación de trío y plasmar todos estos años de transformaciones e influencias en una placa digna de ocupar anaqueles, discos duros y la memoria de quienes lo escuchen. Obligada compra.
Rhuckuss – Rhuckuss
Siempre les estoy diciendo en mis redes sociales que hacen mucha falta en México grupos que “digan cosas”. Hace años que no existía una banda, que hiciera canciones para quejarse de las injusticias cotidianas, de las cuales especialmente este año hubo mucho material para inspirarse. Con un sonido de crustpunkcore, el poderoso trío mexicano Rhuckuss levanta las guitarras y da voz a la inconformidad en este extraordinario material. Mención honorífica a la estupenda portada que de entrada te indica de qué va esta banda.
Kreator – Phantom Antichrist
Ya nadie daba un centavo por Kreator, una de las bandas pioneras del Thrash Metal alemán. Parecía que los mejores días de la banda habían quedado años atrás y la voz de Mille Petrozza se quedaría en el recuerdo. Sin embargo el grupo cargó baterías y regresó con un disco contundente, que recupera la fiereza de los trabajos que les dieron fama y Petrozza canta-grita como si tuviera 20 años de nuevo. Éste es un álbum que viene a hacer patente de dónde viene lo que hoy muchas bandas se abrogan como “estilo propio”.
Tame Impala – Lonerism
A pesar de ser una banda relativamente nueva, sus espíritus y almas parecen estar ubicadas varias décadas atrás. Eso se pone de manifiesto en este gran álbum de esta banda, a la que ya se le encumbra como uno de los baluartes de la neo-psicodelia. Sin perder el sonido contemporáneo ni la esencia alucinante de los 60-70, Kevin Parker y sus muchachos lograron crear un sonido novedoso que lo mismo puede gustarle al hippie más clavado que al hipster más desentendido. Todo prejuicio quedará por los suelos una vez que lo escuchen.
The Cult – Choice of Weapon
Esta banda siempre ha sido, como suele usarse la frase en inglés, un Dark Horse. Esto es, una banda que quizás no está muy presente dentro de los radares de la audiencia, pero que sorpresivamente aparece y ofrece un gran trabajo. Ese es el caso de este álbum en el que Ian Astbury y Billy Duffy se sacuden las etiquetas darks y post-psicodelicas para ofrecer un gran disco de rock, así, a secas. Guitarras estruendosas, alto volumen y una banda con enorme potencia que los hará sentir algo quizás olvidado: emoción.
Jack White – Blunderbuss
El primer trabajo “solista” propiamente de el gran prodigio del siglo XXI. Estando ocupado como productor, revividor de carreras olvidadas, dueño de una extensa tienda dedicada al vinil y artefactos vintage, además de hacer música con los Raconteurs y The Dead Weather, el señor White se dio tiempo también de grabar un excelente álbum, en el que plasma la música que más le ha gustado: el soul y el blues con cierto grado de punkificación y sonido garage, haciendo de Blunderbuss uno de los grandes discos de este agonizante año del fin del mundo
Kiss – Monster
A pesar de que Gene Simmons y Paul Stanley mantienen a KISS como una especie de banda-franquicia (no importa quién esté en la banda mientras tenga su “marca”), éste es un gran disco. Por supuesto, no es superior al Anomaly de Ace Frehley, pero es kilométricamente mejor que su anterior, Sonic Boom. Hablaban en serio cuando decían que retomarían la esencia del Destroyer y Revenge. Canciones construidas con perfección milimétrica para quedarse enganchadas. ¡Hasta la del Ace Frehley espurio (Tommy Thayer) está buena!. Denle oportunidad, no se arrepentirán.
Down – Down IV: The Purple Ep
Rápido y conciso, así se podría describir este álbum del supergrupo Down encabezado por Phil Anselmo ex-cantante de Pantera. El primero de una serie de cuatro EPs que serán lanzados próximamente marca la tendencia sobre un nuevo hábito en los escuchas: rapidez. No hay tiempo para álbumes de 10 canciones. Cinco canciones sin producción grandilocuente que capturan al grupo en gran forma, con aires renovados, queriendo absorber el poder de sus primeros dos álbumes. Habrá que esperar el conjunto completo, por lo pronto esta primera entrega es demoledora.
Fear Factory – The Industrialist
Luego de una larga serie de dimes y diretes entre miembros y ex-miembros de la banda, finalmente Burton C. Bell se reúne con el guitarrista original Dino Cazares y graban este estupendo álbum, que de alguna manera, vuelve a sonar como Fear Factory, esencialmente porque el originador del concepto sonoro de la banda está de vuelta en las (siete) cuerdas. La fiereza de este álbum solo se compara con una jauría de lobos hambrientos. Es un disco para amantes del metal y puede servir de introducción para quienes no han atestiguado su poder.
Brian Setzer – Rockabilly Riot! Live From The Planet
Brian Setzer: el Jimi Hendrix del Rockabilly. Creador de una amalgama perfecta entre el Rock & Roll, el Rockabilly, el Blues y el Jazz para dar paso a su propio estilo. Encima Setzer ha sido el heraldo de esta música por muchas décadas. Esto queda plasmado en este álbum en vivo donde no sólo escuchamos sus proezas mientras nos hace bailar, además se acompaña de dos contrabajistas y dos bateristas, uno de ellos su viejo compañero en Stray Cats, Slim Jim Phantom. Es sólo Rock & Roll, pero nos gusta.
