Igual que en las películas de Pedro Infante. Un estudio reveló que los miembros de las clases sociales ‘altas’ son más propensos a mentir, engañar y romper la ley. Por el contrario, las personas provenientes de sectores menos privilegiados son más honestos y se preocupan más por los demás.

Este estudio fue publicado el lunes en la revista de la Academia Nacional de Ciencias, y fue realizado por psicólogos de la Universidad de California en Berkley y la Universidad de Toronto. Fue dirigido por el Dr. Paul Piff, quien pidió a varios grupos de personas de distintas clases sociales que respondieran varias preguntas acerca de su riqueza, educación, origen social, creencias religiosas y actitudes hacia el dinero. También se les solicitó que realizaran varias tareas diseñadas para identificar en ellos sus grados de honestidad y consideración hacia su projimo.

Una de estas pruebas fue darles un paquete de caramelos, diciéndoles que era para los niños que estaban en una habitación contigua, pero que podían tomar los que quisieran. Las personas de clase más acomodada agarraron y comieron más dulces que los menos favorecidos.

Otra de estas pruebas, fue pedirle a los participantes que pretendieran ser una organización de recursos humanos, y que entrevistaran a diferentes candidatos para un puesto de trabajo. Durante la entrevista de trabajo ‘simulada’, las personas de altos recursos se mostraron más propensos a mentirle a la persona ‘que se suponía reclutaban’ a no decirle que la posición que ofrecían se eliminaría rápidamente, por lo que el empleo sólo sería temporal.

Otros voluntarios participaron en un juego en línea que implicaba arrojar dados. A los propios participantes se les pidió que informaran su propia puntuación (no sabían que eran observados), haciéndoles pensar que de obtener más puntaje se harían acreedores a un premio en efectivo. La gente de un estatus social más elevado tuvo mayor tendencia a mentir sobre su puntuación.

Los científicos de la Universidad de California también llevaron a cabo varias observaciones en un cruce de calles en San Francisco, en donde observaron el comportamiento de los conductores hacia los otros autos y peatones. Para determinar la clase social de cada individuo, se evaluó el coche que conducían. Los propietarios de automóviles más caros y lujosos eran más propensos que otros a cometer infracciones en un cruce de caminos y permitían menos el paso de los peatones.

¿Y a qué conclusiones llegaron todos estos estudios?

A que las familias más ricas y/o poderosas fueron más codiciosas, más propensas a mentir en cualquier negociación e incluso a ser infieles. Para el Dr. Piff, quienes tienen una posición social elevada eran menos centrados y poco conscientes de los problemas y emociones ajenas.

“La búsqueda del interés personal es una motivación más importante para la élite, y la codicia que aumenta con la riqueza y el estatus social puede llevar a algunos a portarse mal”, comentaron los autores del estudio, quienes destacaron que las clases altas son más independientes y, por lo tanto, les preocupa menos lo que la gente diga.

Para los encargados del estudio, los hallazgos obtenidos pueden ayudar a explicar los orígenes de la crisis bancaria, provocada en parte por las acciones ‘poco éticas’ de los banqueros ricos, quienes con una seguridad excesiva en si mismos, tienen más probabilidades de caer en un comportamiento imprudente.

En Sopitas.com estamos conscientes que una clase social no determina los valores ni la forma de actuar de una persona. Como dicen las abuelitas, ‘en todos lados se cuecen habas’ y hay gente buena y mala en todos lados. Les dejamos a su consideración este estudio.

Para redondear esta nota y sacar más conclusiones, acá les dejamos de ejemplo a una chava de clase acomodada ‘haciendo un espectáculo’.

La señora es conocida como la ”Lady de Bosques’‘, quien en supuesto estado de ebriedad insulta y amenaza a elementos de seguridad de un antro, luego que no encontrar su cartera. En este primer video ella pide que no se deje salir a la gente del establecimiento hasta que no los revisen pues “o aparece mi cartera o se van a la cárcel todos”.

En un segundo video, la misma lady reclama las llaves de su auto, que por cierto le fueron entregadas a una amiga suya debido al estado inconveniente de la chava gritona.

¿Qué opinión tienen de todo esto?

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