Una de las sorpresas más grandes en el cartel del XVL14 fue Los Tigres del Norte, banda emblemática que llegó al Foro Sol para ofrecer una de las mejores presentaciones que se han dado en el festival hasta ahora.

Ante un público curioso y ansioso por ver lo que pasaría durante su esperado debut en el Vive Latino, Los Tigres del Norte no dudaron en empezar su presentación con varios de sus éxitos para poner a bailar y cantar de inmediato a todos los que estaban viéndolos en vivo en ese momento.

Los sonidos provenientes de sus instrumentos peculiarmente decorados con diseños de cebra y el carisma de sus integrantes, quienes estaban muy emocionados, contagiaron de inmediato al público al que se dirigieron directamente.

“Ustedes son siempre nuestros jefes”, dijeron, a lo que los miles de asistentes respondieron con gritos de júbilo. “La puerta negra” fue coreada por todos y provocó que más de uno tomara de la cintura a su pareja y comenzara a bailar. Una a una las canciones, en cuanto eran reconocidas o anunciadas por la banda, fueron celebradas.

La música era acompañada por un juego vistoso de luces que curiosamente, en cuanto había sonidos de balazos, parpadeaba al ritmo de la ráfaga.

Todos fuimos cómplices de Los Tigres del Norte mientras tocaban en el XVL14 y compartimos el protagonismo de la noche con ellos.

Todos estaban al pendiente de lo que pasaba con Los Tigres del Norte en el escenario, incluso alcanzamos a escuchar a uno de los chicos que estaba encargado de recoger la basura en la zona de medios, decirle a su compañero “ahhh, no ma… ojalá me dejaran ir pa’ alla” (es decir, a la pista del Escenario Indio). Su compañero no dijo nada, se limitó a asentir con tristeza.

Parecía que el público no podría mostrarse más eufórico, pero contra todo pronóstico el combo ganador de “La mesa del rincón” con la participación de Andrés Calamaro, quien también los acompañaría en “Quiero volar contigo”, arrancó de la garganta de los fanáticos un grito que hizo temblar la estructura del Foro Sol.

No hay ni qué decir de la ejecución musical, ya que los experimentados músicos son impecables a la hora de presentarse en vivo. El furor parecía rozar los límites de lo posible cuando tocaron “La manzanita”.

El Foro Sol ya se había convertido en una enorme pista de baile y el Vive Latino se sentía como una gran fiesta en la que todos estaban pasándola muy bien sin importar cuál fuera su género musical o grupo favorito.

La música siguió con “Somos más americanos”, “El circo”, “Lágrimas del corazón” y “América”, canción que marcó un gran cierre y en la que los miembros de Maldita Vecindad se subieron al escenario.

La agrupación se despidió en más de una ocasión, pero se notaba que no querían irse, ya que seguían tocando y simplemente dijeron: “nos vamos hasta que nos corran.

Los Tigres del Norte demostraron que todavía tienen la energía necesaria para alargarse en un concierto de más de dos horas de duración y que rockean, así que continuaron haciendo lo suyo con “La tumba falsa”, “La granja”, “El avión de la muerte”,”La jaula de oro” y “Contrabando y traición”.

La verdad es que nadie quería irse, ni la banda, ni el público, pero lamentablemente llegó el final de la noche y fue de la mejor manera posible con el regreso de Andrés Calamaro para tocar de nuevo “La mesa del rincón” con Los Tigres.

A pesar de que ahora sí ya se había acabado la música, los músicos quisieron darle las gracias personalmente a quienes se quedaron hasta el final y bajaron del escenario para convivir de cerca con el público.

Fue una gran presentación y aquellos que tenían sus dudas sobre la presencia de Los Tigres del Norte en el Vive Latino se dieron cuenta de lo equivocados que estaban mientras encontraban una pareja para ponerse a bailar.