Hoy no es un lunes cualquiera.
Hoy no debería ser un día cualquiera.
Hoy 9 de marzo, millones de mujeres en todo el país han decidido parar, ausentarse y hacer retumbar sus reclamos con un enorme vacío.
Hoy, #SopitasXAireLibre no contará con la presencia de Greta, ni de Fátima.
Sopitas.com no contará con la participación de todas las mujeres que trabajan en el sitio.
Hoy es un día para reflexionar, porque sabemos que no todos los hombres somos iguales, pero también, sabemos que no todos los hombres entendemos el momento que estamos viviendo.
No todos los hombres somos iguales, pero todos hemos colaborado de una forma u otra a construir la opresión, la desigualdad, la violencia e inseguridad que viven todas las mujeres de nuestro país.
A los hombres nos matan en calle.
A las mujeres, dentro de sus casas.
A los hombres los matan con armas de fuego.
A las mujeres golpeadas, estranguladas, apuñaladas.
A los hombres los matan desconocidos y sus “enemigos”.
A las mujeres las matan sus novios, esposos, familiares, amigos y ex parejas.
“No todos los hombres somos iguales”, pero todos somos responsables de revisar nuestras conductas, conscientes e inconscientes, aquellas que nos enseñaron, aquellas que nos heredaron, aquellas que imitamos porque “todos lo hacen” o porque se nos dice que es “lo normal”.
Aquellas que hemos minimizado durante años, pensando que un piropo no hace daño a nadie, que así nos llevamos, que no es en serio o que lo hacemos por que “nos provocaron” o se ponen de pechito.
“No todos los hombres somos iguales”… pero todos, en algún momento, hemos intentado decirle a las mujeres cómo ser, cómo comportarse, cómo vestirse o qué decir.
A los hombres no nos cuestionan por no estar casados a cierta edad, por no tener hijos, por ser divorciados, por no saber cocinar, por preferir nuestro trabajo a una familia, por jugar futbol….
“Yo no soy violador”, pero nuestras miradas pueden violentar.
“Yo no soy asesino”, pero nuestro odio puede matar.
“Yo no soy golpeador”, pero nuestras palabras dejan cicatrices.
Hoy los hombres tenemos mucho que pensar.
Pensemos en la visión que transmitimos a nuestros amigos, hijos y compañeros.
Porque construir un nuevo futuro nos toca a todos y sin un cambio en la educación que damos, recibimos y procuramos, tanto en casa como en escuelas y lugares de trabajo, nos vamos a topar con pared una y otra vez.
Es tiempo de pensar y de repensarnos. Estamos en una época de lo desconocido.
Que no nos dé miedo, porque esto no sólo se trata de las mujeres, sino precisamente de cómo hemos sido como hombres.