Luego de un periodo de “calma” en la crisis que se vive en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro ejecuta una acción que habrá de tener respuesta muy pronto: la detención del jefe de despacho del llamado “presidente encargado”, Juan Guaidó: Roberto Marrero.

De acuerdo con medios internacionales, el arresto de Marrero sucedió la madrugada de ayer, 21 de marzo, en la ciudad de Caracas. Un grupo armado irrumpió en el domicilio del “brazo derecho” del presidente interino para ejecutar su detención y, además, catear el lugar. Según se indica, la aprehensión del colaborador de Guaidó se dio cuando éste se encontraba con el legislador Sergio Vergara, cuya vivienda también fue registrada debido a que es vecino del ahora detenido y sin importar la inmunidad que se le otorga por el cargo que ostenta.

El Pais indica que en el operativo en que se detuvo a Marrero participaron 15 efectivos de la policía política de Venezuela (SEBIN) a bordo de 10 vehículos, todos dotados de armas largas. “Lamentablemente llegaron hasta mí, pero sigue la lucha. Cuiden al presidente y que sea lo que Dios quiera”, dijo el colaborador de Juan Guaidó en mensaje de audio alcanzado a grabar desde su teléfono.

Según el diputado Sergio Vergara, alcanzó a escuchar que Marrero gritó que le habían “sembrado” dos fusiles y una granada, armas que servirían para acusarlo de formar parte de una célula terrorista cuyo objetivo sería sabotear las instalaciones eléctricas, el metro o atentar contra los jueces.

Pese a la detención de uno de sus más cercanos colaboradores, Juan Guaidó realizó actividades de su “gobierno”, al estar presente en la entrega de ayuda humanitaria. Sin embargo, aprovechó la ocasión para mandar un mensaje a Nicolás Maduro y a los miembros de la policía política del gobierno bolivariano.

Foto: Getty Images.

“El desespero del usurpador que no engañó a Human Rights, que no pudo esconder lo que pasa en los calabozos de la DGCIM y quedó expuesto en un informe lo condujo a la torpeza de bloquear las pocas salidas políticas que quedan, poniéndole costo a la transición”, señaló Guaidó en relación a la reciente denuncia de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, sobre los casos de tortura clandestina que se dan en Venezuela.

En su mensaje, el llamado “presidente encargado” advirtió a los miembros de la policía política de las represalias que podría haber en su contra… claro, en cuanto él llegue al poder. “¿Están dispuestos a pagar errores y torpezas de otros?, ¿quieren que en sus familias continúe el sufrimiento por la crisis? Es momento de sumarse al cese de la usurpación. O serán cómplices de crímenes que no prescriben”, amenazó.

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