Por Esteban Romero

En los últimos años se ha vuelto un tema recurrente escuchar acerca de profesionistas no ligados a la órbita de la literatura -músicos, médicos o hasta politólogos- que deciden incursionar en el complejo mundo de la escritura ficcional. Los resultados de estas arriesgadas inmersiones suelen ser diversos: están quienes, por falta de vocación, convierten un debut en una prematura despedida, otros que se pierden en un punto que se encuentra entre el fracaso y el acierto o quienes, benditas minorías, nos sorprenden con agradables sorpresas. Ahora bien, cuando las credenciales con las que el autor se presenta son del conocimiento -y agrado- del público, las expectativas generadas en torno al libro suelen ser muy grandes. Éste es el caso específico de Matthew Weiner, director y escritor de la serie televisiva Mad Men, quien acaba de publicar Absolutamente Heather (Seix Barral, 2018), novela corta que, a través de una trama nada compleja, nos adentra en una conocida reflexión acerca de los orígenes de la bondad y la maldad en el carácter humano.

Mad Men
Foto: Frazer Harrison/Getty Images

Absolutamente Heather narra dos historias de manera paralela en la Ciudad de Nueva York: por un lado, tenemos al matrimonio Breakstone conformado por Mark, eficaz empleado, y su esposa Karen, estereotipo del ama de casa del siglo pasado, quienes han logrado construir una vida perfecta para su hija Heather, niña inteligente y compasiva; en el otro extremo -literal y metafóricamente hablando- se encuentra Bobby, exconvicto medio psicópata mal curtido por la experiencia de haber sobrevivido, a base de engaños y robos, en un ambiente de extrema violencia con una madre drogadicta.

Aunque parezca imposible, la vida de Heather se cruzará con la de Bobby cuando éste llega a trabajar en unas reparaciones en el edificio de la familia Breakstone. El momento cumbre de la trama toma lugar cuando Mark descubre a Bobby mirando intensamente a Heather. A partir de aquí, los supuestamente sólidos cimientos sobre los que estaba fundada la familia se verán quebrados por la intromisión de un miembro que no parece tener muy buenas intenciones.

La historia que se va contando por pequeños párrafos, no posee ni un solo diálogo -a lo mejor, producto del hartazgo de escribir guiones- agilizando la fluidez de lo que se cuenta. Como si fuera el boceto de un guión cinematográfico, la narrativa y la trama son demasiado sencillas; si bien es cierto que Weiner nos cuenta detalladamente el entramado biográfico de cada personaje, la obra carece de profundidad. El autor desaprovecha la oportunidad de explorar en la psicología de individuos complejos como Bobby que ha tenido que pasar por experiencias sumamente traumáticas. Además, algunos de sus personajes pecan por encuadrarse demasiado dentro de un cliché: a pesar de que el lector identifica que Heather tiene “algo” especial que la distingue de las demás adolescentes, ella destaca todo el tiempo más por su belleza física que por la perspicacia y bondad  que la caracterizan.

No obstante los elementos desaprovechados, existen muchos otros que, paradójicamente también por su simpleza, funcionan mejor. Tanto el carácter exagerado de la madre, ama de casa con ambiciones meramente superficiales, como el del padre, hombre estancado que se ha quedado sin metas, contribuyen a fortalecer una de las ideas centrales del texto: tener una mejor posición social no es sinónimo de ser una mejor persona. Otro elemento a destacar es el cambio que sufren tanto Bobby como Mark a medida que la historia avanza; mientras que el psicópata comienza a cambiar sus sentimientos e intenciones a partir de que conoce a Heather, el padre se va volviendo más y más agresivo a medida que observa cómo Bobby se acerca a su hija. Las preguntas que hacia el inicio del texto se escuchaban como ligeros susurros se van convirtiendo, poco a poco, en gritos que exigen una reflexión. ¿Qué tanto influyen el estatus económico y el ambiente social sobre el comportamiento humano? ¿Existen las “buenas” y “malas” personas?  ¿El ser humano está irremediablemente atado a lo que dicta su circunstancia? Más allá de la historia, Weiner trata de hacer una crítica profunda a los efectos negativos que trae consigo el generar en nuestras sociedades líneas o clases imaginarias que nos fragmentan así como a las personas que de manera arbitraria relacionan los conceptos de pobreza y maldad. Retomando el argumento del “buen salvaje”, el autor demuestra en sus personajes que la situación en la que se crece puede ser un factor determinante en nuestra forma de actuar.

Matthew Weiner arranca en el mundo de la ficción escrita con una novela arriesgada tanto por la manera en la que está narrada como por la historia que cuenta. En lo que decidimos si su primer intento ha sido exitoso o no, sólo queda repensar los cuestionamientos que levanta mientras esperamos el veredicto final.

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