Anthony Senecal es un amigo y antiguo mayordomo del empresario y actual contendiente por la candidatura republicana para la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
Sabemos muy bien que Trump es una espantosa persona pero Senecal parece que no le pide nada a su antiguo jefe y es que dio unas declaraciones bastante desafortunadas cuando habló en NBC News el día de ayer.
En un segmento que salió al aire en el programa All in With Chris Hayes, Senecal mencionó que el Presidente Barack Obama debería ser ahorcado, mencionando que debería de ser televisado y que Hillary Clinton también debería ser ahorcada.
Como si eso no fuera suficiente, Senecal también llamó a que las ciudades de Milwaukee y Detroit deberían ser destruidas con bombas nucleares porque se han convertido en ‘una desgracia por los musulmanes’:
Necesitamos bombardearlas. No me podría importar menos que estén en Estados Unidos. No los quiero en Estados Unidos. Ellos no pertenecen aquí. Pertenecen a las dunas de arena de las que vinieron.
De hecho, la campaña de Trump denunció las acusaciones de Senecal, quien actualmente trabaja como historiador en el club Mar-a-Lago, propiedad de Trump en Florida. Un portavoz de Trump mencionó;
Tony Senecal no a trabajado en Mar-a-Lago por años, pero de todas maneras, repudiamos total y completamente las horribles declaraciones hechas por él sobre el presidente.
Además de todo, Senecal llamó la atención del servicio secreto de Estados Unidos debido a las amenazas que Senecal hizo hacia Barack Obama, quien ya había mencionado desde septiembre del año pasado que Obama ‘debería ser ahorcado por traición’.
El servicio secreto mencionó el día de ayer que están ‘al tanto de este asunto y llevaremos acabo la investigación que corresponda’.
La investigación a la que se refiere el servicio secreto generalmente consta de una entrevista cara a cara con alguien que se crea que ha hecho amenazas contra el presidente o cualquier oficial protegido.
Total que el señor Anthony Senecal es toda una fichita, en una de esas es hasta peor que Trump. Al parecer, trabajar 17 años con el empresario te pudre por dentro.