Los chicos de The Economist Intelligence Unit (EIU) han realizado un revelador informe para la BBC con el que reportan el estado de la democracia en América Latina. En conclusión, la región es “incapaz de progresar en la democracia”.
Uruguay (8,17) y Costa Rica (8,03) son los únicos países latinoamericanos que califican como “democracias plenas” en el estudio que consideró a 165 estados independientes y territorios con una escala del 1 al 10.
Los investigadores calificaron: acceso a las urnas, proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionalidad del gobierno, participación política y cultura política. Así, los expertos que realizaron el estudio lograron más y salieron de los viejos esquemas con los que países como Estados Unidos pretenden calificar el desarrollo democrático de ciertos países.
José Mujica, presidente de Uruguay
De acuerdo con esta medición, América Latina no sólo está mal calificada, sino que que ha bajado frente al año pasado. Según la EIU, “los niveles de participación política son generalmente bajos y la cultura democrática es débil”.
Aunque América Latina se posiciona delante de regiones como África, Medio Oriente o Europa del Este, “el proceso democrático está estancado” en la región. “Es incapaz de progresar hacia la democratización”.
La democracia mejor evaluada es Noruega, con una calificación de 9,93, mientras que Cuba y Haití tiene calificaciones de 3,52 y 3,82 respectivamente y son calificados como “regímenes autoritarios”. El sistema califica la liberalidad de una democracia y no considera otros modelos.
Por otro lado, Chile (7,80), Brasil (7,38), Panamá (7,24), Argentina (6,84), México (6,68), Colombia (6,55), Perú (6,54), El Salvador (6,53) y Paraguay (6,26) están consideradas por el índice como “democracias imperfectas”.
Enrique Peña Nieto recibe la bandera nacional de manos de Felipe Calderón
Las imperfectas son democracias que, según el estudio, tienen elecciones libres y procesos “justos”, pero también una baja cultura política y gobiernos débiles.
Por otro lado, algunos expertos tienen reservas sobre el informe. El profesor e investigador de la London School of Economics (LSE), Francisco Panizza, afirmó:
“Muchos otros índices ponen a un país como Chile como una democracia plena (…). No existen las democracias perfectas, pero yo diría que países como Chile, Brasil, Uruguay, son democracias en general de buena calidad”.
De acuerdo con el estudio, existen también regímenes “mixtos”, donde existen instituciones que deberían velar por procesos democráticos pero presentan irregularidades sustanciales y no se garantizan los derechos al voto libre ni a la cultura democrática. Aquí entran Ecuador (5,87), Honduras (5,84), Guatemala (5,81), Bolivia (5,79), Nicaragua (5,32) y Venezuela (5,07).
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela
Panizza señala que el informe no considera contextos. “En muchos sentidos el gobierno de Evo Morales profundizó la democracia al integrar y dar participación a amplios sectores excluidos de la sociedad, como los indígenas”, dice en torno al caso de Bolivia.
Otros países como Nicaragua, Guatemala y Honduras “tienen problemas en lo que tiene que ver con la neutralidad del Estado, la vigencia del Estado de Derecho y uso de la libertad de prensa, pero aun así las elecciones siguen siendo libres y sin coerción, por lo que no podría hablarse de regímenes híbridos”, dice.
Según el informe, existen riesgos regionales que necesitan atención urgente:
“El crimen descontrolado en algunos países –particularmente la violencia y el tráfico de drogas- así como la corrupción, están teniendo un impacto corrosivo sobre la democracia en América Latina”.
Por su parte, Panniza concluye que:
“Los problemas más graves para la democracia en la región siguen teniendo que ver con las debilidades institucionales de los Estados, los continuos niveles de desigualdad socioeconómica y los bajos niveles de educación”.
Y agrega que un índice más preciso debería también considerar todos esos factores.