En tres de las obras de infraestructura que se han convertido en el estandarte del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto existen fallas sistémicas en la preparación de los proyectos, cosa que compromete su efectividad, aumenta los costos, los tiempos y muchas veces el mismo funcionamiento y seguridad.

Estamos hablando del Tren Interurbano de Pasajeros Toluca-Valle de México, el Paso Exprés  en Cuernavaca y el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco.

Así lo informó la organización México Evalúa en la investigación ‘Ojos a la Obra’, misma que fue presentada este miércoles. El objetivo fue analizar las contrataciones públicas de los tres proyectos antes mencionados y a partir de ello, proponer acciones que lleven a un incremento en el valor que se obtiene en México a cambio de la inversión en obra pública.


¿Y que creen? 

La mayor parte de las licitaciones abiertas para los tres proyectos no cumplen con el nivel de competencia deseable. 

Es decir, al haber fallas en los proyectos de preparación ocurren muchas cosas que podrían ahorrar mucho tiempo y dinero: la construcción inicia sin un diseño del proyecto suficientemente desarrollado, las obras resultantes son ineficientes y compromete su efectividad, el tiempo proyectado se incrementa considerablemente, no se promueven las mejores condiciones de contratación para el Estado mexicano, y en transparencia mejor ni hablamos…

La cosa es que las autoridades siguen aprobando o descartando proyectos de infraestructura partiendo de su posición política y de una visión a muy corto plazo.

 NAIM 

En el caso del nuevo aeropuerto, para empezar el costo inicial que se tenía proyectado al arranque de la obra en 2014 era de 168 mil 880 millones de pesos, pero actualmente se habla de una inversión final de 285 mil millones. Es decir, el 68% más.

En cuestión de planeación, seis meses después de que iniciaron los trabajos estuvo listo el diseño de la barda perimetral. Peor tantito, el Plan Maestro se dio a conocer cuando los trabajos ya habían iniciado, es decir, que se comenzó con la construcción cuando todavía no se sabía que comprendía en NAIM.

Total que a final de cuentas esa barda se supone que costaría mil 547 millones de pesos, pero terminó costando 2 mil 930 pesos, es decir un 89% de sobrecosto. En cuestión de tiempo se proyectó que quedara lista en 563 días, cosa que no sucedió y se pasó por 300 días, un 53% de tiempo adicional.

En transparencia hay que reconocer que en el caso del aeropuerto se observaron avances importantes ya que fue el único de los tres que publicó información adicional sobre sus contrataciones que comúnmente no suele estar disponible al público.

Sin embargo, realizar las licitaciones tomó 75% más del tiempo programado.

Paso Exprés 

Para el Paso Exprés se analizó el contrato principal “Ampliación del libramiento de Cuernavaca ‘Paso Exprés’”. Hay que tomar en cuenta que el costo inicial del contrato fue de mil 45 millones de pesos, sin embargo el costo final fue de mil 797 millones de pesos, es decir 71% más del monto pactado.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró deficiencias en la planeación del proyecto. Las licitaciones se realizaron con un proyecto ejecutivo incompleto que además requirió ajustes en el camino, así como conflictos de índole social sin resolver.

En 2015 la ASF advirtió que la funcionalidad de la obra estaba comprometida, y fue mucho más que eso.


El pasado 12 de julio un automóvil cayó dentro un socavón de 8 metros de diámetro sobre los carriles del Paso Exprés con dirección Sur a Norte. Desafortunadamente murieron dos personas.

Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, explicó durante la inauguración que tendría una durabilidad de 40 años, sin embargo no pasaron ni 3 meses desde su inauguración. 

Tren Toluca  

Para el Tren Toluca el presupuesto inicial era de 33 mil 741 millones de pesos y actualmente el costo estimado es de 59 mil 217 millones de pesos, es decir un 77% más de lo proyectado. El plazo de entrega fue 50% mayor.

En este caso la ASF también encontró que las licitaciones se realizaron sin planos, trazos definitivos o estudios de viabilidad e impacto. Por su fuera poco también se sometieron a concurso los contratos sin derechos de vía, terrenos y usos de suelo liberados. Pa’ pronto el trazo de la construcción se tuvo que modificar después de que el gobierno perdiera una demanda en los tribunales.


Además en el proyecto, se publicaron todos los contratos y los fallos, pero en 53% de los últimos había información que nomás no estaba.

¿Cuáles son las recomendaciones? 

Derivado de todo el análisis de información, México Evalúa formuló siete principales recomendaciones:

  • Nuevos procesos institucionales, técnicos e independientes para la preparación de los proyectos de infraestructura
  • Instrumentos que permitan regular, calificar y transparentar el proceso de preparación de los proyectos.
  • Meter procesos digitales que operen los proyectos y los contratos de obra pública
  • Irle bajando a la entrega directa de contratos y aumentar la competencia de licitaciones
  • La adopción de un estándar internacional para saber qué se debe publicar en materia de obra pública
  • Instrumentos para reportar el avance los proyectos y sus contratos
  • Y una reforma al marco legal


Si quieres echarle ojo a la investigación completa, acá te dejamos el enlace.

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