De alarido estuvo el encuentro celebrado ayer en el Estadio Azteca, en el que la escuadra tricolor encabezada por el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, sacó provecho de su condición de local y goleó al representativo de la Unión Europea con marcador de 5-0.
Aunque los europeos tenían el toque y la clase, los nacionales aplicaron el fútbol colmillo y metieron una alineación que si bien no eran dotados de una condición física envidiable, sí parecían tener más aguante que los del muy viejo continente.
Por el Tri alinearon Julio Guerrero, secretario particular del canciller; Alejandro Negrín, director general para Europa; Emilio Suárez Licona, director general de Coordinación Política; Alfonso de María y Campos, director del Instituto Matías Romero, entre otros… y claro, el orquestador Meade, quien no se cansó de repartir juego al crack Francisco Niembro, recién nombrado embajador de Qatar, que se lució con un hat-trick.
Aunque por el lado de la Unión Europea se armó un equipo digno de un resto del mundo –compuesto por representantes de Alemania, Italia, Portugal, Francia, España, Países Bajos y Polonia- poco pudieron hacer ante los mexicanos que rápidamente se adaptaron a las condiciones del campo, afectado por la lluvia.
¡Ay Gúey!, el Temo… no, pero mejor deberían de retirar el número 10 de la selección, para que no lo ande usando cualquiera.
¡Como lo vieron en Supercampeones: el tiro gemelo!…
Como si fuera recomendación para atender los derechos humanos, Meade desestimó su físico y se fue con todo para pelear por el balón.
Sólo dos tiempos de 25 minutos fueron suficientes para pasarle por encima al cuadro de la Unión Europea… lástima, no hubo registro de los goles, pero así como el anunció que hizo Meade hace unos días –presumiendo que México casi llega Top 10 de las mejores economías del mundo- habrá que creer que le metieron cinco pepinazos a los europeos.
Se vislumbra la revancha. Por cierto, el encuentro se dio como parte de la Semana de la Amistad entre México y el bloque europea.
@plumasatomicas