Ahora, imagínense que Trump les llega por atrás, los abraza y con su trompota ensalivada les dice al oído: “oh sí, lo estás haciendo muy bien”. Pin$%&es ñañaras.
Pero así más o menos es como sucedió esta mañana en una entrevista que el presidente republicano se dejó hacer. Cuestionado sobre las medidas migratorias que México ha puesto en marcha para evitar la imposición de aranceles, Trump se dijo muuuuy complacido.
“Y (los mexicanos) tienen 45 días. Y lo están haciendo muy bien. Francamente, lo están haciendo mejor de lo proyectado. ¡Esos 6 mil soldados!”, dijo todo orgasmeado el republicano en entrevista para el programa Fox & Friends.
Por si han estado un tanto distraídos y no saben a qué se refiere con eso de “45 días”, pues se trata del plazo que tiene el gobierno mexicano para demostrar que tiene “con queso las quesadillas” para detener el flujo migratorio… caso contrario, entonces se presionaría para que se implemente la segunda fase del acuerdo alcanzado la semana pasada por la delegación encabezada por Marcelo Ebrard, en Washington: hacer de México un “Tercer País Seguro”.
“Eso es exactamente correcto. Es exactamente correcto. Eso es lo que va a ocurrir”, señaló Trump en referencia a la segunda fase indicada… lo cual ya también fue aceptado por el canciller Marcelo Ebrard: de no bajar los flujos migratorios que se reportan actualmente, México y Estados Unidos se sentarán nuevamente para ver cómo le hacen para impedir la implementación de los aranceles a productos mexicanos que sean llevados al gabacho.
Por el gobierno de Trump no hay bronca. Allá no han dejado de mostrar su preferencia a que llegue la segunda fase del acuerdo y, así, convertir a México en su perr… digo, en su Tercer País Seguro. ¿Qué es eso? Bueno, pues básicamente es que cuando una persona abandona su país (Primer País Seguro) pida asilo a Estados Unidos (Segundo País Seguro), éste puede enviarlo a México (Tercer País Seguro), donde se le darán atenciones necesarias, … ya que el segundo país no lo recibió. La idea está fundamentada para aligerar la carga de los países —como Estados Unidos— que reciben más solicitudes.