Los días pasan y los intercambios de ataques entre Israel y Palestina no cesan, por el contrario, suben de intensidad. ¿Y alguien se ha metido a tratar de calmar las aguas? Nop. Pues bien, México le dice a la ONU ya, “cámara… ¿no vas a hacer algo?”
“A pesar de que la situación en el terreno se agrava día a día, este consejo todavía no ha sido capaz de pronunciarse”, lamentó el embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Ramón de la Fuente.
Durante la sesión del consejo de seguridad sobre Medio Oriente, De la Fuente urgió que la ONU ya meta las manitas en el asunto que tiene a Medio Oriente en la mira de los medios de comunicación. Es un asunto “impostergable”, explicó el exrector de la UNAM.
En las últimas horas se ha reportado la muerte de 33 personas (13 de ellas menores de edad), esto como resultado de los intensos bombardeos en la zona de la Franja de Gaza.
Pese a lo anterior –que sólo es un ejemplo de lo que ha acarreado el conflicto entre Palestina e Israel– de la ONU ni sus luces… algo “lamentable”, expresó Juan Ramón de la Fuente, ahí, frente a todos los embajadores que nomás ponían su cara de güey.
“Es lamentable que el Consejo de Seguridad no asuma su papel como uno de los principales garantes de la paz y la seguridad internacional”, agregó el representante de México en la ONU.
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Bueno… ¿y México ya se expresó?
Desde el pasado 11 de mayo, el gobierno federal externó su consternación por la situación de violencia que se vive entre Israel y Palestina. Por ello –y sin que alguien hiciera mucho caso, la verdad– pidió el “cese inmediato de toda acción que ponga en peligro la vida y la seguridad de la población civil”.
A casi una semana de ese llamado, se han registrado decenas de ataques más en la franja de Gaza. Así que Juan Ramón de la Fuente pide que, así como ya lo han hecho gobiernos, entidades internacionales y organizaciones, el Consejo de Seguridad de la ONU haga lo suyo:
“Resulta imperativo para este Consejo alzar una voz unida, tratar de poner fin a la violencia de los últimos días, llamar a la protección urgente de la población civil, al respeto irrestricto del derecho internacional humanitario y al diálogo entre las partes, como única solución posible”.