Justo cuando la gente estaba comenzando a tener confianza plena en las autoridades… bueno, tal vez no. Pero de que esto no ayuda, sin duda.
Una vez realizadas las primeras investigaciones, las imputaciones por la muerte y calcinamiento de 10 personas caen sobre Juan Carlos Arreygue, quien es nada menos que el flamante alcalde del municipio de Álvaro Obregón, Michoacán. Por si tal dato no fuera del todo penoso, también son involucrados el director y subdirector de la policía de la localidad y un agente, todos estos ya declarando.
La información anterior fue detallada por el gobernador del Estado, Silvano Aureoles, quien agregó que, con las investigaciones, se ha logrado consolidar la hipótesis de la “probable participación de elementos de la corporación municipal”.
Por su parte, el Procurador de Justicia en Michoacán, Manuel Godoy, explicó que las víctimas habrían sido detenidas, sometidas y obligadas a subir a una camioneta, todo esto en presencia del alcalde… ya que fue él mismo quien ordenó las detenciones.
“Tras la detención, por instrucciones del Presidente Municipal, los civiles fueron trasladados a un paraje del Municipio de Álvaro Obregón, donde los privaron de la vida y enseguida llevaron los cuerpos a un predio del Municipio de Cuitzeo, donde les prendieron fuego”.
Por el momento se desconoce el móvil del crimen, aunque se presume que sería por un ajuste de cuentas, ya que el alcalde tenía algunas diferencias personales con “Luis Alberto”, nombre con el que se ha identificado a una de las víctimas.